martes, 10 de julio de 2007

LOS REYES EN CHINA. ¿SIRVE DE ALGO?


Hace unos días, los Reyes de España realizaron una visita de estado junto a una alta representación del gobierno a China, enmarcada en los actos del Año de España en aquel país.
Como de costumbre en este tipo de visitas, nos vendieron por la prensa que la presencia española sirvió para estrechar lazos y para intentar mitigar el abismal déficit comercial que tenemos con el gigante asiático.
Con respecto a este segundo punto, el económico, hay muchos temas a considerar que provocan este tremendo desajuste: falta de imaginación a la hora de vender productos de alto valor añadido a los chinos (como si que consiguen Francia, Italia, Alemania o el Reino Unido), presencia comercial testimonial que solo sirve para encauzar las exportaciones de China hacia España, falta de coordinación de los organismos oficiales presentes (prácticamente todas las autonomías tienen representación propia en el país, aparte del ICEX, ministerios de turismo, etc.) y sobre todo, y esto no es culpa española, los precios que tienen los productos chinos, contra los que no se puede competir.
Y es que los dirigentes chinos lo tienen fácil, en el “paraíso de los trabajadores” estos trabajan hasta 80 horas semanales y sus sueldos son de menos de un 10 % de lo que se cobra en occidente.
¿Han oído a alguno de nuestros dirigentes o a sus majestades mencionar siquiera este abuso hacia los trabajadores chinos? ¿Verdad que no? ¿Y han leído en algún medio de comunicación que denunciasen estos hechos? Cuando se tiene que criticar a algún país extranjero, mejor que sea pequeñito y si es posible que su política apoye a los Estados Unidos. Meterse con el gigante asiático no es políticamente correcto. Parece que porque es una potencia mundial y contrapeso natural de los yanquis se le pueda permitir cualquier desfachatez.
Es una lástima que a nuestros dirigentes, el día en que repartieron la memoria, se les olvidase ir a recogerla. No se acuerdan de la represión de Tiananmen, de la censura de los medios de comunicación y de Internet (hasta las grandes compañías americanas cierran los ojos), de que se trata de la primera dictadura del mundo, de que es el país que más gasta en armamento y que lo vende al resto de las dictaduras del planeta, de que su crecimiento desmesurado está destrozando su entorno natural y de paso el del resto del mundo (¿ dónde están las organizaciones ecologistas?) y otra serie de lindezas que necesitaríamos de varios días para poderlas resumir. Es más fácil llegar a China, hacerse una foto con el dictador de turno y poner la mano por si cae algo.
Si queremos una vida mejor a nivel global, debemos de exigirles a los dirigentes, que no olvidemos, son nuestros asalariados, que vayan donde vayan, exijan que se cumplan los derechos humanos.
Eso sí, la parejita de osos panda es monísima.

-¿Tú sabes como quedó lo del Rey en Rusia con el oso?
- No tengo ni idea, señor Graciano. ¿Por qué lo pregunta?
- Pues porque como se hayan enterado los dos pandas deben estar acojonaditos.
- No sea usted malo, señor Graciano, no sea malo…

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