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Las asociaciones de fabricantes de vehículos (Anfac) y concesionarios (Ganvam) llevan desde hace ya mucho tiempo reclamando medidas para reactivar el sector. La que más demandan es la puesta en marcha, otra vez, del exitoso Plan Prever. Sus datos no dejan lugar a la duda: en varios países europeos ya se están aplicando ayudas directas a la adquisición de vehículos y las ventas, lejos de descender, están aumentando en los últimos meses, sobre todo en lo que se refiere a coches pequeños. Es más, en España, la única comunidad que ha visto aumentar las ventas durante el mes de abril ha sido la Navarra, concretamente un 28%, gracias a la aplicación de su particular Plan Prever por parte del gobierno de la comunidad foral.
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Ya hace cierto tiempo que vengo observando por nuestras calles la proliferación de vehículos con matrículas antiguas (de las que venía reflejada la provincia en la que se matricularon los coches). Casi llegaron a desaparecer; era una época boyante y todo el mundo alardeaba de vehículo nuevo. Sin embargo, cada vez abundan más. ¿A qué es debido? En un principio creía que era porque sus dueños los hacían durar más, pero ello no explicaba que se hubiesen multiplicado.
La contestación vino de la mano de un concesionario: muchos de los que compraron coches nuevos en los últimos dos o tres años los están malvendiendo para sacar algo de ellos mientras todavía lo valgan y así poder pagar sus deudas. A cambio, compran un coche de diez o doce años por menos de 1.000 euros para seguir desplazándose sobre cuatro ruedas. El estado de estos últimos coches es, por norma, lamentable. Esta operación se repite miles de veces todos los meses por toda la geografía española.
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Creo que si no fuese por la cabezonería de no reconocer que se han equivocado ya lo habrían hecho. Razones no faltan para hacerlo.
En el aspecto económico, se han aprobado planes para rescatar a los fabricantes con problemas. Si tienen problemas es por no vender, ¿no se podrían destinar esas ayudas a financiar el Plan Prever y así aumentar sus ventas?
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En el aspecto de seguridad vial, nos masacran con el carné por puntos y las multas estratosféricas, ¿son seguros esos coches de hace más de una década? Muchos de ellos llevan el parachoques atado con una cuerda, otros fijan sus retrovisores con cinta aislante, algunos llevan los intermitentes rotos y no pasan de ser una mera anécdota los que aun tienen luces de freno en funcionamiento. Todo ello sin contar con la eficacia que pueden tener sus frenos, sus amortiguadores o sus luces. Sus dueños no tienen dinero para cambiarlo por uno nuevo, pero tampoco lo tienen para llevarlo a un taller de reparación, ya que con los precios que se gastan, la factura sería más elevada que el valor del vehículo. Desconozco cómo pueden pasar la ITV, si es que van a pasarla.
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¿No sería más barato para el país volver a subvencionar parte de la compra de un coche nuevo?
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