miércoles, 27 de mayo de 2009

Casas blancas para combatir el “cambio climático”

Pues si, ahora resulta que el tan nombrado “cambio climático” es mucho más fácil de solucionar de lo que todos creíamos. Miles de millones de euros invertidos en “energías verdes” y en optimización de consumos energéticos pueden ser sustituidos por unos cuantos (o unos cuantos millones) de botes de pintura blanca.
No, no tengo locura transitoria ni he abusado del alcohol o de otras sustancias. Simplemente me hago eco de las declaraciones que ha efectuado Steven Chu en una conferencia científica celebrada en Londres y de las que informa hoy el prestigioso diario británico The Times.

¿Y quién este señor Chu?
Este hombre fue premio Nóbel de física en 1997 y actualmente es Secretario de Estado de Energía de los Estados Unidos. Por lo tanto, como mínimo, se le debe prestar atención: si el Presidente de los Estados Unidos y nuevo Mesías mundial, Barack Obama lo ha puesto ahí... por algo será.

Chu sostiene que si tejados, pavimentos y hasta las carreteras se pintasen de colores claros, reflejarían, en lugar de absorber, la luz del sol y contribuirían a combatir el calentamiento del planeta.
Incluso va más lejos y cuantifica su propuesta: si se pintasen todas esas superficies con el color del cemento se conseguiría una reducción de las emisiones de CO2 similar a la que se obtendría prohibiendo la circulación de todos los coches del mundo durante ¡once años!
Junto con Art Rosenfeld, también físico y miembro de la Comisión de Energía de California calcularon (mientras ambos ejercían en el Lawrence Berkeley National Laboratory, de California), que cambiar los colores de las superficies en cien de las mayores ciudades del mundo ahorraría el equivalente de 44.000 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Supongo que ustedes, como hago yo, pensarán: ¡no puede ser tan sencillo como afirma este señor! A ver, pongámonos un tanto “conspirativos”: ¿por qué han transcendido sus ideas ahora que es Secretario de Estado y no cuando era “solo” director de unos prestigiosos laboratorios universitarios? ¿Acaso hay alguien interesado en que las soluciones al “cambio climático” no resulten tan fáciles y baratas? ¿Teme alguien perder sus jugosas subvenciones?
No sé. No me hagan caso. Que estoy muy susceptible.

No hay comentarios: