martes, 26 de octubre de 2010

¿A favor o en contra de que los funcionarios puedan ser despedidos?



Últimamente se están alzando algunas voces que cuestionan el carácter vitalicio de los empleados de la función pública, los conocidos coloquialmente como funcionarios.

Así, al Parlamento de Navarra aprobó el pasado 1 de octubre el denominado Plan Moderna, un proyecto lleno de objetivos políticos y retos económicos con el fin de cambiar el modelo productivo de la comunidad foral en un plazo máximo de 20 años y que contó, al menos en un principio, con los votos favorables de los principales grupos de la cámara (UPN, socialistas y CDN) y el rechazo de Izquierda Unida (IUN-NEB) y los nacionalistas de Nabai.

Entre los puntos que contempla este plan, destaca una iniciativa que supone una auténtica revolución: "Suprimir el carácter vitalicio de los funcionarios”, es decir, el Gobierno Foral se compromete a configurar en los próximos años un nuevo sistema de contratación por el que los "futuros" empleados públicos no gocen de "carácter vitalicio" en determinados puestos o ámbitos de la Administración.

El consenso para aprobar este Plan fue tan mayoritario que incluso contó con el apoyo no sólo de la Confederación de Empresarios (CEN) sino también con el de los sindicatos UGT y CCOO. Sin embargo, tras las denuncias del sindicato nacionalista ELA, estas dos últimas organizaciones se han sumado a las críticas y han presionado al Gobierno navarro para suprimir este punto del texto definitivo.
El Plan Moderna aun tiene que pasar las preceptivas fases de estudio antes de ser llevado, definitivamente, a la práctica.
 

Pero el Parlamento navarro no es el único que ha hecho saltar la liebre en este espinoso tema. Ayer, durante las reuniones que se está celebrando el Instituto de Empresa Familiar (IEF) en Santander, su presidente, el a su vez presidente de Mango, Isak Andic, propuso que los nuevos funcionarios que se incorporen a la Administración pública española "tengan retribución variable y una estabilidad en el empleo similar a la de la empresa privada".

Al igual que ya ocurrió en el Parlamento Navarro, Andic dejó claro que esta medida sólo afectaría a los nuevos empleados y que los anteriores podrían mantener sus actuales derechos adquiridos. Asimismo, incidió en que los nuevos funcionarios deberían cobrar por objetivos para así incentivar su trabajo.

¿Creen ustedes que estas medidas son descabelladas?
Se que existen muchos (muchísimos) funcionarios que trabajan como el que más y que se desviven por sacar adelante sus difíciles labores. Pero, ¿por qué tienen que estar junto a ellos otros que no lo hacen? ¿Por qué no se puede prescindir en la función pública de ése porcentaje de “vagos” que existen en todos los trabajos? ¿Por qué los ascensos y los aumentos de sueldo no dependen del trabajo bien hecho sino de los años que se lleve trabajando o el “enchufe” mejor o peor que tenga?


Una de las razones que se esgrimen para que un funcionario no pueda ser despedido es que, al depender en muchas ocasiones de un cargo político, éste podría estar en su contra por razones ideológicas. Bueno, pues para eso están los juzgados y los despidos improcedentes, justo lo mismo que ocurre en la empresa privada.

Pero, quizá, la excusa más rocambolesca la hayan dado hoy los portavoces de los grupos parlamentarios, PSOE y PP, Alonso y Sáenz de Santamaría. Tras dejar claro su rechazo a la medida propuesta por el Parlamento de Navarro y por Isak Andic (supongo que por miedo a perder votos del importante sector del funcionariado) han coincidido al señalar “que la estabilidad laboral de los funcionarios es necesaria para garantizar su independencia en el desempeño de una importantísima tarea al servicio del interés general”. ¿Acaso insinúan que si su puesto no fuese vitalicio no serían independientes? ¿Y qué ocurre con los cientos de miles que no tienen un puesto fijo en la administración sino que aun están contratados? ¿Son estos fácilmente manipulables?

¿Ustedes qué opinan? Posibilidad de despido, ¿si o no? El debate tiene toda la pinta de que será largo.

8 comentarios:

McArt dijo...

Posibilidad de despedido, sí, claro, si se lo merecen. En estos tiempos que corren, a parte de la crisis, me parece inconcebible que algunos privilegiados tengan trabajo asegurado, por mucho examen que hayan aprobado.
Si no cumplen con su trabajo, si no cumplen las normas o simplemente su puesto es prescindible, por recortes, ajustes... despido. Procedente o improcedente según sea, pero como al resto de los trabajadores.
Y tanto los nuevos como los antiguos. Todos debemos tener los mismos derechos.

Sermau dijo...

No puedo estar más de acuerdo con usted, aunque reconozco que esa medida tendría un coste político que ningún partido estará dispuesto a asumir.

Saludos.

McArt dijo...

Esa es la pena... y el gran problema. Que los partidos, por las ansias de poder, por mirar más por ellos que por el pueblo, arrastramos y arrastraremos ese lastre toda la vida. Aunque suponga un gravamen económico para todos.
A ellos les da igual, tienen trabajo asegurado, no tienen que ahorrar por si llegan "vacas flacas" y se quedan sin trabajo.

Axel dijo...

Totalmente en desacuerdo con el autor de este blog.
Obtener una plaza de funcionario requiere un mayor esfuerzo que un puesto de trabajo en la empresa privada, en unas oposiciones cuya preparación puede llegar a requerir años y renunciar a muchas cosas, unido a una gran competitividad para obtener la plaza.
A eso se añade, que en la Administración se tienen muchas menos oportunidades de ganar los altos sueldos de la empresa privada o de obtener mejores puestos.
Por si eso fuera poco, en cuanto hay una crisis, a los primeros a quienes se congelan los salarios es a los funcionarios, incluso, se los bajan. Además, tienen que cargar con el sambenito de que son unos vagos y que cuando trabajan son ineficientes (idea difundida de forma interesada por quienes se benefician de la privatización y concentracion en unas pocas manos de los servicios publicos).
Es cierto y comprobable, que en la función pública existe escasez de medios materiales y de funcionarios, que deben asumir más trabajo del que les corresponderia. Es falso que los funcionarios se esten todo el dia tocando los pies; la gran mayoría no.
Y los funcionarios son los únicos que garantizan cierta objetividad en la Administración. Los puestos que se eligen por contratación están sometidos continuamente a situaciones de enchufe o favoritismo y a las presiones del politico de turno que puede ponerte de patitas en la calle si no haces lo que se te dice.
En lugar de atacar a quienes todavia conservan, de hecho, los derechos de los trabajadores, que tantos años ha costado conseguir, luchemos para que todos los trabajadores, funcionarios o no, disfruten de esos derechos. Quienes defienden acabar con el funcionariado tal y como se concibe ahora, no pretenden sino reducir a los funcionarios a una situación de trabajo precario que ya afecta a todos los demás trabajadores, y que se quiere que aumente aún mas.

McArt dijo...

Axel,

creo que en ningún caso nadie ha generalizado con que todos los funcionarios se toquen los pies.

Si se modifica la ley y se puede despedir, como a todos los trabajadores, obviamente habría que cambiar la forma de acceso a esos puestos de trabajo.

La congelación de sueldos, me parece a mí, que no es sólo a los funcionarios. Y sobre la bajada... prefiero que me bajen el sueldo pero mantener fijo mi puesto a que me despidan y no tener nada.

Si hay que luchar por los derechos de los trabajadores, vamos a empezar por tener todos los mismos.

Anónimo dijo...

Qué simpático eres, McArt! Hablas de igualar los derechos de los trabajadores, pero lo cierto es que estás haciendo la siguiente afirmación: "como nosotros, los trabajadores de la empresa privada, no podemos estar tan bien como los funcionarios, vamos a hacer que los funcionarios estén tan mal como nosotros".
En fin...de risa!
En lo demás, suscribo completamente el comentario de Axel

Anónimo dijo...

Por cierto, McArt, un funcionario no cobra cantidades desorbitadas...En muchas casos, con la misma categoría, se gana mucho más en la empresa privada pero el funcionario, a diferencia del trabajador de la empresa privada tiene estabilidad laboral, además de ser los únicos trabajadores en los que se cumple la normativa laboral.

Si tanta envidia te dan los funcionarios y sus condiciones y derechos, ¿por qué no te pones a estudiar una oposición?

Anónimo dijo...

¿Que dices de envidia ni gaitas?.Es simplemente "igualdad", no todos los profesionales podemos ser funcionarios, soy ANALISTA PROGRAMADOR. ¿Conoces a alguno funcionario porque yo no?. ¿Es que pone en la constitución que pese a que las empresas privadas se vayan a pique vosotros teneis que conservar vuestros puestos de por vida?.¿En el caso de que llegaramos a un 30% de paro crees que alguien dudaria un instante en mandaros a la calle a un millon de funcionarios?. Cuando hay mucho se da mucho, cuando hay poco se da poco. Y los que damos somos los trabajadores de la privada no se si te has dado cuenta de ese pequeño detalle y los impuestos no pueden subir indefinidamente.