Más españoles a favor que en contra de las centrales nucleares

Por primera vez en la historia, el número de españoles partidario de las centrales nucleares en territorio español supera a los que están en contra. Concretamente, un 42% están a favor, un 37% en contra y un 21% se muestra indeciso, según los datos de una encuesta de Ipsos Consulting elaborada para el Foro Nuclear.
El vuelco ha sido espectacular: en 2004, cuando Rodríguez Zapatero llegó al poder, sólo un 16% estaba a favor, un 59% estaban en contra y había un 25% que no se decantaba por ninguna de las dos opciones. ¿A qué es debido este cambio de opinión?

Ante todo hay que aclarar que este cambio no se ha producido sólo en nuestro país; en otros, el cambio aun ha sido más radical. Los motivos son muchos y variados: por un lado la proliferación de programas nucleares en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos del mediático Barack Obama. Que un líder con la popularidad y el carisma que tiene Obama impulse este tipo de energía hace que muchos ciudadanos se pregunten por la conveniencia de su instalación.

Otro de los motivos es la información que, a veces con cuentagotas, le llega a la población. Hasta ahora, la inmensa mayoría sólo había oído hablar del famoso “Nuclear, no. Gracias” . Desde hace un tiempo, esto ha cambiado y los informes favorables empiezan a llegarle al ciudadano de a pié. Que un gobierno de izquierdas promueva un cementerio nuclear y se apunten docenas de pequeños municipios como candidatos, confirma esto.

Pero la razón fundamental de esta cambio ha sido, sin duda, la crisis económica. La energía nuclear todavía tiene algunos problemas por solucionar (por ejemplo, los residuos), pero es indudable que a lo largo de su existencia, resulta la energía más barata y la que provoca menor dependencia del exterior.
Las empresas españolas necesitan energía barata para poder competir y los ciudadanos ya se están cansando de las continuas subidas en el recibo de la luz, a sabiendas que, ni así, están pagando el verdadero valor de la electricidad (como lo prueba el descomunal déficit de tarifa (20.000 millones de euros) que aumenta a ritmo vertiginoso cada año. En un futuro no muy lejano, tendremos que pagar lo que no pagamos ahora).

¿Cuál es la causa de que la electricidad española sea de las más caras de Europa? Tres razones fundamentales: falta de recursos naturales (no tenemos petróleo o gas y apenas generamos energía hidroeléctrica), escasas centrales nucleares y elevadas subvenciones a las energías renovables.

Soy de la opinión de que estas últimas, las renovables, son sin duda la energía del futuro y, por lo tanto, se debe invertir en ellas. Sin embargo, aun no son lo suficientemente rentables. Se debería subvencionar de forma decidida su investigación y dejar de regalar el dinero manteniendo las instalaciones actuales, que apenas producen energía y sólo sirven de rápido enriquecimiento a unos pocos empresarios afines al poder.
Hay que tener en cuenta que según nuestro Ministro de Industria, Miguel Sebastián, en 2009 se pagaron 5.000 millones de euros en primas a las renovables. En 2010 se llegará hasta los 7.000 millones y según el Consejero Delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, a los contribuyentes españoles, las primas nos costarán 150.000 millones de euros en los próximos diez años.

¿Cuánto tardaremos en construir nuevas centrales nucleares en España? Poco. Los dos partidos políticos principales saben (incluso lo sabe nuestro Presidente del Gobierno) que España necesita de esta energía y sin el rechazo popular existente hasta la fecha, a buen seguro ya se estarían construyendo instalaciones más modernas, potentes y seguras que las que tenemos.
A poco que la tendencia favorable de la población se vaya asentando y la aprobación de nuevas centrales no les reste votos sino que se los proporcione, tanto PSOE como PP se transformarán en firmes defensores de esta energía. Al tiempo.