Últimamente se están llevando a cabo diversas iniciativas en el mundo musical que tienen en común la utilización de Internet como medio de transmisión. Hace pocas fechas comentábamos la iniciativa del músico español Enrique Sierra y ahora tenemos noticias sobre la aventura que ha llevado a cabo el grupo de rock Radiohead.
Este grupo dejó de trabajar hace poco con su discográfica habitual EMI y el 1 de Octubre anunció el lanzamiento de su disco “In Rainbows” sin intermediarios a través de su página web.
La apuesta era arriesgada ya que no pedían un precio fijo por descargárselo sino que cada fan podía bajárselo sin coste alguno y, posteriormente, pagar lo que considerasen justo por él, incluso nada.
Pues bien, un millón doscientas mil personas han decidido descargar el trabajo en la primera semana y han pagado, cada una de ellas, una media de ocho dólares por él. Si tenemos en cuenta que en el mercado tradicional las discográficas apenas llegan a pagar un 10% del precio total del disco (es decir, uno o dos dólares), el negocio para el grupo de rock ha sido más que redondo. El número de discos vendidos durante esta primera semana supera el total de la primera semana de sus últimos tres discos juntos.
Otras estrellas de la música también están intentando canales alternativos a las compañías discográficas. Así Madonna anuncia que abandona la discográfica Warner en la que ha estado durante los últimos 25 años para aliarse con un promotor de conciertos que se hará cargo de sus trabajos, Paul McCartney lanzó su último trabajo en Starbucks y Prince regaló su último disco con un periódico británico.
Los artistas se dan cuenta del cambio que está experimentando la sociedad e intentan reaccionar. Las discográficas y las sociedades de autores (mi querida SGAE) siguen ancladas a un modelo de negocio caduco y sólo saben interponer querellas y convertirse en meras instituciones recaudatorias.
¿Por qué la gente no compra discos? Con Radiohead tienen la respuesta. Están dispuestos a pagar 8 dólares por un buen trabajo y no los 20 que les piden las discográficas aunque el disco sea mediocre. No quieren el “todo gratis”, lo que quieren pagar es el precio justo.
Que espabilen ya que con los nuevos modelos de distribución ganan los artistas porque es más sencillo para ellos hacer llegar su música a una audiencia mayor, aparte de obtener más beneficios por ello. Ganan los fans porque disfrutan de su música preferida de una manera fácil y pagando la cantidad que consideran justa. Sólo pierden las discográficas que siguen basando su negocio en la venta de discos de plástico y que intentan hacerlo perdurar acusando a sus clientes de ser delincuentes y restringiendo sus derechos. Y, por supuesto, también pierden los burócratas de las sociedades de autores. Radiohead ya se cobra sus derechos de autor y sus propiedades intelectuales. Ellos solitos. Sin intermediarios.
- Cuando veo estos pequeños cedés... Todavía recuerdo aquellos discos que eran tan grandes como una rueda de ciclomotor, en los que sólo cabía una canción.
- ¿Hace muchos años de eso, Don Graciano?
- Más de los que yo quisiera. Muchísimos más.
Este grupo dejó de trabajar hace poco con su discográfica habitual EMI y el 1 de Octubre anunció el lanzamiento de su disco “In Rainbows” sin intermediarios a través de su página web.
La apuesta era arriesgada ya que no pedían un precio fijo por descargárselo sino que cada fan podía bajárselo sin coste alguno y, posteriormente, pagar lo que considerasen justo por él, incluso nada.
Pues bien, un millón doscientas mil personas han decidido descargar el trabajo en la primera semana y han pagado, cada una de ellas, una media de ocho dólares por él. Si tenemos en cuenta que en el mercado tradicional las discográficas apenas llegan a pagar un 10% del precio total del disco (es decir, uno o dos dólares), el negocio para el grupo de rock ha sido más que redondo. El número de discos vendidos durante esta primera semana supera el total de la primera semana de sus últimos tres discos juntos.
Otras estrellas de la música también están intentando canales alternativos a las compañías discográficas. Así Madonna anuncia que abandona la discográfica Warner en la que ha estado durante los últimos 25 años para aliarse con un promotor de conciertos que se hará cargo de sus trabajos, Paul McCartney lanzó su último trabajo en Starbucks y Prince regaló su último disco con un periódico británico.
Los artistas se dan cuenta del cambio que está experimentando la sociedad e intentan reaccionar. Las discográficas y las sociedades de autores (mi querida SGAE) siguen ancladas a un modelo de negocio caduco y sólo saben interponer querellas y convertirse en meras instituciones recaudatorias.
¿Por qué la gente no compra discos? Con Radiohead tienen la respuesta. Están dispuestos a pagar 8 dólares por un buen trabajo y no los 20 que les piden las discográficas aunque el disco sea mediocre. No quieren el “todo gratis”, lo que quieren pagar es el precio justo.
Que espabilen ya que con los nuevos modelos de distribución ganan los artistas porque es más sencillo para ellos hacer llegar su música a una audiencia mayor, aparte de obtener más beneficios por ello. Ganan los fans porque disfrutan de su música preferida de una manera fácil y pagando la cantidad que consideran justa. Sólo pierden las discográficas que siguen basando su negocio en la venta de discos de plástico y que intentan hacerlo perdurar acusando a sus clientes de ser delincuentes y restringiendo sus derechos. Y, por supuesto, también pierden los burócratas de las sociedades de autores. Radiohead ya se cobra sus derechos de autor y sus propiedades intelectuales. Ellos solitos. Sin intermediarios.
- Cuando veo estos pequeños cedés... Todavía recuerdo aquellos discos que eran tan grandes como una rueda de ciclomotor, en los que sólo cabía una canción.
- ¿Hace muchos años de eso, Don Graciano?
- Más de los que yo quisiera. Muchísimos más.
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