Parece que les tenga manía a los chinos, pero no es así. Quien me cae mal de verdad son sus dictatoriales mandatarios.
Resulta que están desde la década de los cincuenta invadiendo un país que no es el suyo, acallan cualquier voz que se levante en contra de su poder, medio arruinan una cultura milenaria como es la tibetana, obligan a exiliarse a su lider (el Dalai Lama nada menos) porque se rebeló contra ellos en 1959 (el resultado fue de 87000 tibetanos muertos) y ahora se hacen los ofendidos porque los Estados Unidos va a conceder al Dalai la medalla de oro del Congreso que es la más alta condecoración civil del país norteamericano.
Según palabras del responsable del Partido Comunista Chino para la región del Tibet “están furiosos” y agrega “si el Dalai Lama puede recibir este galardón es que no hay justicia o buena gente en el mundo”. Desde luego que dentro de su partido no la hay, en eso acierta. Alega que el lider apoya constantemente la independencia del Tibet y que debido a esto las actividades separatistas en la región se han incrementado. ¿Qué cree él que va a hacer el lider exiliado de un país sometido a la dictadura china desde hace más de cincuenta años? ¿Quedarse sentado en el sillón de su casa?
Están muy enfadados con los yanquis y dicen que esto tendrá un impacto “extremadamente serio” en las relaciones entre los dos países. ¿Qué medidas tomarán? No lo han especificado. Igual dejan de exportarles los productos del todo a cien con pintura de plomo. O, a lo mejor, dejan de comprar artículos de lujo norteamericanos para uso y disfrute de los dirigentes del Partido Comunista. O, quizás, consuman ellos todos los textiles, electrodomésticos, coches, ordenadores, etc, etc. que entran por las aduanas yanquis. Porque supongo que no tomarán la determinación de no dejarles competir en los Juegos Olímpicos. En fin, los Estados Unidos tiemblan ante las represalias chinas.
Este caso es el colmo de la desfachatez que habitualmente exhiben los dictadores del país asiático. Tienen a los dos pueblos, el chino y el tibetano, constreñidos dentro de su puño de hierro y se atreven a criticar a un país democrático que premia a un lider que lucha por conseguir lo mejor para su pueblo.
Felicidades a los Estados Unidos y a su presidente Bush por darle esta condecoración. Alguien se atreve a contradecir a los dictadores chinos. Que tomen ejemplo los países europeos.
Según el Dalai Lama, premio nobel de la paz, el encuentro con el presidente norteamericano fue de lo más cordial: “nos conocemos y hemos desarrollado, creo, una amistad muy estrecha, como familiar” respondió a preguntas de los periodistas. ¿A ver si George Bush no es tan malo como nos lo pintan?
- Siempre que salimos a cenar a un chino al día siguiente pierdo peso.
- ¿No te gusta la comida china, Paco?
- Me encanta, pero con los dichosos palillos no logro comerme nada antes de que me quiten el plato.
- Que bruto eres. Pide un tenedor, hombre. Que también tienen.
Resulta que están desde la década de los cincuenta invadiendo un país que no es el suyo, acallan cualquier voz que se levante en contra de su poder, medio arruinan una cultura milenaria como es la tibetana, obligan a exiliarse a su lider (el Dalai Lama nada menos) porque se rebeló contra ellos en 1959 (el resultado fue de 87000 tibetanos muertos) y ahora se hacen los ofendidos porque los Estados Unidos va a conceder al Dalai la medalla de oro del Congreso que es la más alta condecoración civil del país norteamericano.
Según palabras del responsable del Partido Comunista Chino para la región del Tibet “están furiosos” y agrega “si el Dalai Lama puede recibir este galardón es que no hay justicia o buena gente en el mundo”. Desde luego que dentro de su partido no la hay, en eso acierta. Alega que el lider apoya constantemente la independencia del Tibet y que debido a esto las actividades separatistas en la región se han incrementado. ¿Qué cree él que va a hacer el lider exiliado de un país sometido a la dictadura china desde hace más de cincuenta años? ¿Quedarse sentado en el sillón de su casa?
Están muy enfadados con los yanquis y dicen que esto tendrá un impacto “extremadamente serio” en las relaciones entre los dos países. ¿Qué medidas tomarán? No lo han especificado. Igual dejan de exportarles los productos del todo a cien con pintura de plomo. O, a lo mejor, dejan de comprar artículos de lujo norteamericanos para uso y disfrute de los dirigentes del Partido Comunista. O, quizás, consuman ellos todos los textiles, electrodomésticos, coches, ordenadores, etc, etc. que entran por las aduanas yanquis. Porque supongo que no tomarán la determinación de no dejarles competir en los Juegos Olímpicos. En fin, los Estados Unidos tiemblan ante las represalias chinas.
Este caso es el colmo de la desfachatez que habitualmente exhiben los dictadores del país asiático. Tienen a los dos pueblos, el chino y el tibetano, constreñidos dentro de su puño de hierro y se atreven a criticar a un país democrático que premia a un lider que lucha por conseguir lo mejor para su pueblo.
Felicidades a los Estados Unidos y a su presidente Bush por darle esta condecoración. Alguien se atreve a contradecir a los dictadores chinos. Que tomen ejemplo los países europeos.
Según el Dalai Lama, premio nobel de la paz, el encuentro con el presidente norteamericano fue de lo más cordial: “nos conocemos y hemos desarrollado, creo, una amistad muy estrecha, como familiar” respondió a preguntas de los periodistas. ¿A ver si George Bush no es tan malo como nos lo pintan?
- Siempre que salimos a cenar a un chino al día siguiente pierdo peso.
- ¿No te gusta la comida china, Paco?
- Me encanta, pero con los dichosos palillos no logro comerme nada antes de que me quiten el plato.
- Que bruto eres. Pide un tenedor, hombre. Que también tienen.
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