Oscar Pistorius nació hace veintiún años en Sudáfrica, pero lo hizo sin fíbulas, los largos y delgados huesos entre la rodilla y el tobillo y a los once años le tuvieron que amputar las piernas. Desde entonces, o seguramente desde que nació, su vida ha sido una continua lucha encaminada a lograr tener una vida “normal”. Y desde luego que lo ha conseguido. Si no tenemos en cuenta la evidente falta de piernas, ¡fíjense en el cuerpo que tiene el muchacho!
A los diecisiete años, y para tratar una lesión, empezó a correr. En sólo nueve meses se plantó en los Juegos Paralímpicos de Atenas, en el 2004 y ganó la carrera de los doscientos metros. Ahora su objetivo son los juegos que se celebrarán en Pekín en el 2008. Esta vez quiere competir en los cuatrocientos metros pero en los de personas sin discapacidad, o sea, en los de toda la vida y aquí empiezan sus problemas.
Recientes estudios de la Universidad de Colonia dicen que las prótesis le otorgan una ventaja considerable al sudafricano con respecto a los demás corredores que lo hacen sin ellas, ya que el mecanismo le devuelve el 90% de la energía tras el impacto en el suelo mientras que el pie humano sólo devuelve el 60%.
El próximo mes de enero la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) se pronunciará sobre el caso y decidirá si permite participar a Pistorius en los Juegos Olímpicos.
Mucho se puede hablar y discutir sobre la legalidad de este ingenio biomecánico y sobre las ventajas que puede conceder. Yo, que quieren que les diga, pienso que si no hubiese adelantos técnicos los atletas todavía correrían descalzos. Las zapatillas actuales de los atletas se asemejan más a vehículos de Formula 1 que a calzado convencional y las mallas que usan los velocistas no tienen nada que envidiar en cuanto a aerodinámica a los aviones de combate. ¿Se debería de prohibir toda esta tecnología?
Un corredor con minusvalía grave se ha logrado meter en la élite del atletismo mundial ¿qué mejor estímulo para los millones de personas que padecen este tipo de problemas? Si no lo dejan participar ¿qué mensaje se les está dando? Aunque sea crudo, yo se lo digo: “ya tenéis vuestras paraolimpiadas, dejadnos en paz”.
Si las prótesis verdaderamente le favorecen ¿no creen que hay otros muchos detalles que le desfavorecen? ¿O es que se creen que habría alguien que se cortara voluntariamente las piernas para así poder colocarse estos artilugios y ganar medallas?
¿Qué será lo próximo? ¿No dejar correr a los “demasiado altos”? “Es preciso, su zancada es muy larga y tienen ventaja” ¿o a los “muy delgados”? “Normal, pesan poco y tienen ventaja porque pueden correr más deprisa”.
Esperemos que reine la cordura y tomen la decisión correcta.
A Pistorius todavía le queda rebajar en medio segundo su marca para poder ir a Pekín. Después de todo lo que ha conseguido ¿alguien duda de que no lo logre?
- Paco, las Olimpiadas del próximo año van a ser complicadas de ver
- ¿Por qué?
- Porque con la diferencia horaria, aquí las retransmitirán de noche.
- Pues habrá que hacerse la baja en el curro para poder dormir de día.
- Se nota que eres un “currante modélico”.
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