jueves, 10 de julio de 2008

Referéndum nuclear, ya

¿Sabían que España consume cada año el 2% de todo el petróleo que se consume a nivel mundial? ¿Qué nuestra renta per capita en emisiones de CO2 es equivalente al 263% de la media mundial? ¿Qué nuestra dependencia energética nos lleva a importar el 81% de la energía que consumimos? ¿Qué gran parte de la electricidad que producimos proviene del carbón, una de las materias primas que más CO2 producen? ¿Qué sobrepasamos en cerca de un 50% los límites impuestos en el protocolo de Kioto?


El problema energético es muy preocupante a nivel mundial, pero en países como España llega a resultar dramático. ¿Qué hacen nuestros dirigentes al respecto? Pues da la impresión que se pasan el día propinando palos de ciego a diestro y siniestro. Si con su última comparecencia, el ministro Sebastián pretendía tranquilizar al país y darnos ánimos para superar la crisis tanto económica como energética que ya tenemos encima, le podemos asegurar que no lo ha conseguido.
Entre sus apuestas, destaca un “plan” para que, en unos pocos años, España importe un 10% menos de petróleo. O sea, no importaremos más (como desgraciadamente sucederá) sino que lo reduciremos. ¿Y cómo quiere conseguirlo? No lo sabemos, no lo ha explicado, parece que quiere mantener el misterio y que no se lo copien, pero entre lo poco que ha dicho, ha destacado su apuesta por los coches eléctricos (supongo que también tendrá un plan para proveer de puntos de repostaje a todo el país), por las energías renovables (siempre están apostando por lo mismo, algún día les tocará el premio) y por reducir el consumo (por ejemplo, bajar el aire acondicionado de los grandes almacenes). Lo que les decía antes, nos ha “tranquilizado “ mucho. Eso si, ha asegurado que este plan no está improvisado y que han estado trabajando en él durante un mes. ¿Un problema tan grave abordado sólo en un mes? ¿Qué entenderá el ministro Sebastián por improvisación?



Dejémonos de bromas y no hablemos más de las chorradas de este nuevo ministro. Acaba de entrar y aún no se le ha pasado la tontería. El problema energético español nos va a llevar al desastre. La dependencia energética exterior es un lastre que provoca que el déficit exterior de España sea, en proporción, el mayor del mundo. Nos endeudamos día a día y difícilmente podremos pagar lo que debemos. ¿Quién nos venderá entonces? ¿Qué energía consumiremos?
Aparte, apostar por las energías renovables es muy loable y, ojalá, algún día toda la energía que consumamos provenga de este tipo de fuentes, pero, de momento, es una energía muy cara, que necesita de subvenciones para que se pueda generar y que sólo produce menos de un 10% de la que necesita un país como España (por cierto, dentro de poco será incluso inferior puesto que el gobierno va a reducir las subvenciones a la energía solar).

Hemos entrado en una rueda infernal, en la que nos estamos endeudando con el exterior comprando petróleo y gas, a cambio de provocar emisiones masivas de CO2 a la atmósfera, con lo que dentro de poco, también tendremos que pagar por comprar derechos de emisiones.
¿Hay alguna solución? Aparte de la promoción de las energías renovables, como no encuentren inmensas cantidades de petróleo bajo el suelo de La Mancha...


La solución, pese a quien le pese, es la energía nuclear. No emite practicamente CO2, no dependemos del exterior y produce en suficiente cantidad para abastecer al país. Pero, claro, aquí nos damos de bruces con los tópicos que nos han impuesto las izquierdas y la mayor parte del ecologismo que, en su día, tomaron la bandera antinuclear (más por temas mediáticos que por otras razones) y que ahora, a pesar de las evidencias, no quieren bajarse del burro.
Yo les propongo una cosa: informen a los ciudadanos sobres los beneficios y los perjuicios de la energía nuclear. Pero sin mentiras ni medias verdades. Con informes técnicos y oyendo a todas las voces autorizadas y en todos los medios de comunicación. Sin trampas. Y una vez transcurrido un tiempo convoquen un referéndum: nuclear si o nuclear no. Que decida el pueblo.
¿O es que tienen miedo de llevarse una sorpresa?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo apuesto encarecidamente por el uso de la energía nuclear, como energía principal, y otras como alternativas a esta, pero no como sustitutas de la primera.