domingo, 20 de julio de 2008

Ventanas solares en nuestros hogares


Afortunadamente para todos, cada día proliferan más los tejados sembrados por paneles solares. Si logramos elevarnos un poco por encima de los edificios de cualquier población, encontramos más y más instalaciones solares que proveen de energía a sus moradores y, en algunos casos, consiguen que sus comunidades de vecinos logren unos pingues beneficios vendiendo la electricidad a las compañías suministradoras eléctricas. Y si lo que podemos observar son polígonos industriales desde las alturas, comprobaremos que pocas fábricas no han sucumbido a unos ingresos extras colocando sobre sus amplios tejados miles de paneles solares.

Pero no sólo en los tejados se pueden poner estos paneles. Existen también los que se pueden colocar como persianas o los paneles adosados a las fachadas. Aunque en estos casos, es preferible que el edificio sea de nueva construcción para que los paneles queden perfectamente integrados. En una fachada de viviendas antigua es poco recomendable su instalación.


Ahora, desde el Instituto Tecnológico de Massachussets, en EEUU, nos llega la noticia de unos investigadores que han logrado que los cristales que cubren nuestras ventanas e iluminan nuestras casas también tengan la utilidad de recolectar la energía que proporciona la luz.
Estas ventanas absorben la máxima cantidad posible de luz a lo largo de toda su superficie y la concentran en un solo punto, situado en el extremo del vidrio, donde hay una placa fotovoltaica que transforma esta energía en energía eléctrica. Se ayudan de un barniz que ayuda a que la energía que se capta no se pierda en el camino hacia la célula fotovoltaica. Además, también han experimentado el modelo con un segundo cristal que recogiese la luz que atraviese la primera ventana. Con todo ello, han conseguido una eficiencia de conversión energética cercano al 7 % (es decir, el porcentaje de luz solar que se transforma realmente en electricidad) que no está nada mal ya que es la mitad de lo que se consigue con un panel fotovoltaico tradicional.
¿Por qué decimos que no está nada mal? Pues porque aunque produzcan la mitad de electricidad, sus ventajas sobre los panales tradicionales son muchas: no necesitan de grandes espejos móviles para concentrar la luz solar, con los consiguientes enfriadores en el punto focal. Además, no hace falta espaciarlos para que no se provoquen sombra entre ellos y su instalación es muy sencilla.



Sin embargo, tampoco tenemos que tomar una decisión drástica sobre que sistema es mejor, puesto que pueden ser complementarios. Incluso se piensa que podría aplicarse el tinte especial que usan las nuevas ventanas para recolectar más luz sobre una célula fotovoltaica fina perteneciente a un panel solar. En este caso, la eficiencia aumenta un 20 % con respecto a la célula solar sola.
Desgraciadamente, nos encontramos en un mundo falto de energía. Aprovechar cada rayo de sol que llega a nuestras casas empieza a ser más que una recomendación, una obligación.

No hay comentarios: