Parece que por fin han cedido a la presión popular y en plena masacre de recortes del gasto público, los partidos políticos han decidido rebajarse los generosos emolumentos que reciben de las arcas del estado.
En concreto, los dos grandes partidos, PSOE y PP, han acordado reducir un 15% el gasto electoral y un 10% la subvención a los partidos con representación parlamentaria, establecida en función del número de escaños y de votos.
Igualmente, se reduce el gasto del 'mailing' y se circunscribe el empleo de vallas publicitarias a los quince días oficiales que dura la campaña electoral. También se rebaja hasta el 20% el gasto en publicidad exterior.
Como al acuerdo han llegado los dos grandes partidos, es seguro que saldrá adelante. No obstante, lo trasladarán a la subcomisión para la reforma electoral, de modo que los demás grupos puedan hacer alguna aportación y rubricar el máximo consenso posible.
¿Les parece suficiente? A mi, rotundamente no. Si los salarios en las administraciones públicas se han rebajado entre un 5 y un 15%, los gastos de los partidos políticos deberían descender, al menos, cuatro veces más; es la diferencia entre el dinero útil y el dinero malgastado.
Los partidos políticos se deberían financiar con las aportaciones que realizasen sus afiliados. Al fin y al cabo, nadie les obliga a afiliarse y, si lo hacen, es porque saben que, más pronto que tarde, sacarán provecho de ello. Y si no les cuadran las cuentas, ya saben, a gastar menos y el posible déficit que lo paguen los cargos públicos que ya se están beneficiando de las ventajas de pertenecer a una formación política.
Por lo tanto, a ese 10% de rebaja se le debería añadir un cero y transformarse en un 100%.
Está claro que el mismo planteamiento se puede aplicar a los gastos electorales. Que yo sepa, cuando una empresa quiere vender su producto y para ello lanza una campaña publicitaria en radio y televisión, el estado no la subvenciona con prácticamente la totalidad de lo que le cuesta. Bueno, a algunas si.
Incluso podríamos llegar a otra cuestión mucho más interesante: ¿para qué sirve que los partidos políticos se gasten nuestro dinero en sus campañas electorales? La respuesta es sencilla: para que unos cuantos allegados se forren con ello (todos recordamos los últimos casos).
En España, la mayoría no vota a favor de un partido sino en contra de otro. Difícilmente se les hará cambiar de opinión inundando los periódicos con anuncios electorales.
¿Y los mítines? Yo no he visto nunca a un señor de derechas acudir a un mitin de Izquierda Unida, o sea, se celebran para convencer a los que ya están convencidos de votarles.
¿Han leído alguna vez la publicidad política que inunda nuestros buzones unos días antes de las elecciones? Pues serán los únicos. Realmente, para lo único que sirven es para que algunas personas (normalmente mayores) se lleven la papeleta desde su casa. Para evitar esto, se prohíbe el buzoneo y ningún partido sale perjudicado.
¿Alguien se ha parado alguna vez a contemplar los carteles que ensucian las farolas? ¿Y las vallas publicitarias? ¿Prestan atención a los anuncios radiofónicos?
Al final, lo único que tiene algo de sentido son los debates televisados y algunas entrevistas (bien hechas) en radio, televisión, prensa o internet. El resto, dinero malgastado.
Un consejo a los partidos políticos: si las encuestas van muy igualadas, no hace falta malgastar el dinero en publicidad; con prometer 400 euros por barba, elecciones ganadas. Y si es necesario, prometan un Ferrari. Total, luego no lo van a pagar ellos...
1 comentario:
Completamente de acuerdo
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