Para luchar contra la contaminación atmosférica, contribuir al ahorro energético o a la racionalización del consumo del agua, no hace falta pertenecer al equipo de I+D+I de ninguna multinacional o al grupo de investigadores de una universidad de renombre internacional. Solamente hace falta entender del tema y tener una buena cantidad de imaginación.
El sur de Alicante y la provincia de Murcia vienen sufriendo desde hace ya muchos años una tremenda sequía. La zona, que hace unas décadas se fomentó para ser la despensa de frutas y hortalizas de media Europa, no dispone de agua ni para salvar de la muerte a sus numerosos árboles. Para poder lograrlo, se requería del agua del río Tajo con su trasvase al Segura, pero la falta de agua en la cabecera de ese río impide, un año sí y el otro también, que llegue el agua deseada. La otra solución, el trasvase del río Ebro, ya se encargó el gobierno de Rodríguez Zapatero de que no llegase a buen puerto.
Las situaciones extremas agudizan el ingenio y si no, que se lo digan a un agricultor de Elche, Francisco Fernández, que acaba de inventar un nuevo sistema para el ahorro del agua en sus campos.
El sistema va más allá del riego por goteo: ha inventado una campana de plástico que se coloca sobre las salidas del agua de los tubos de goteo y se hunde en la tierra. En su interior, un material hidrófilo en contacto con el suelo absorbe el líquido (con o sin fertilizante) desde la tubería y transmite la humedad a la tierra mediante capilaridad. Con ello se consigue que cuando el suelo está lo suficientemente húmedo, ya sea por el riego o porque ha llovido, no se realice más aportación de agua de las tuberías de goteo. Además, el agua que se evapora de la tierra por el efecto del calor, se condensa en el interior de la campana, precipitándose al suelo con el cambio nocturno de la temperatura, por lo que no habrá pérdidas por evaporación en la zona abarcada por la campana.
¿Resultados? Según Fernández, la campana Orión, que así la ha bautizado, ahorra más de un 50% de la aportación de agua sobre el sistema de goteo tradicional. De momento lo ha probado en campos de almendros y de cítricos, pero también se puede utilizar con otras configuraciones en campos de hortalizas.
No podemos olvidar que el 80% del agua que se consume en España se dedica a las labores del campo. Si el sistema de riego por goteo ya suponía un importante ahorro de agua sobre los sistemas tradicionales de riego a manta o por inundación, el uso de esta campana le da una nueva vuelta de tuerca al ahorro de agua; un bien escaso y, en algunas ocasiones, muy bien aprovechado.
El sur de Alicante y la provincia de Murcia vienen sufriendo desde hace ya muchos años una tremenda sequía. La zona, que hace unas décadas se fomentó para ser la despensa de frutas y hortalizas de media Europa, no dispone de agua ni para salvar de la muerte a sus numerosos árboles. Para poder lograrlo, se requería del agua del río Tajo con su trasvase al Segura, pero la falta de agua en la cabecera de ese río impide, un año sí y el otro también, que llegue el agua deseada. La otra solución, el trasvase del río Ebro, ya se encargó el gobierno de Rodríguez Zapatero de que no llegase a buen puerto.
Las situaciones extremas agudizan el ingenio y si no, que se lo digan a un agricultor de Elche, Francisco Fernández, que acaba de inventar un nuevo sistema para el ahorro del agua en sus campos.
El sistema va más allá del riego por goteo: ha inventado una campana de plástico que se coloca sobre las salidas del agua de los tubos de goteo y se hunde en la tierra. En su interior, un material hidrófilo en contacto con el suelo absorbe el líquido (con o sin fertilizante) desde la tubería y transmite la humedad a la tierra mediante capilaridad. Con ello se consigue que cuando el suelo está lo suficientemente húmedo, ya sea por el riego o porque ha llovido, no se realice más aportación de agua de las tuberías de goteo. Además, el agua que se evapora de la tierra por el efecto del calor, se condensa en el interior de la campana, precipitándose al suelo con el cambio nocturno de la temperatura, por lo que no habrá pérdidas por evaporación en la zona abarcada por la campana.
¿Resultados? Según Fernández, la campana Orión, que así la ha bautizado, ahorra más de un 50% de la aportación de agua sobre el sistema de goteo tradicional. De momento lo ha probado en campos de almendros y de cítricos, pero también se puede utilizar con otras configuraciones en campos de hortalizas.
No podemos olvidar que el 80% del agua que se consume en España se dedica a las labores del campo. Si el sistema de riego por goteo ya suponía un importante ahorro de agua sobre los sistemas tradicionales de riego a manta o por inundación, el uso de esta campana le da una nueva vuelta de tuerca al ahorro de agua; un bien escaso y, en algunas ocasiones, muy bien aprovechado.
3 comentarios:
El ingenio de los agricultores no tiene límite. Desde hace años en Pilar de la Horadada usan tubos de plástico, de gran resistencia a la presión, que tienen unos microagujeros hechos con laser que hace que el tubo sude con la presión del agua. Además van enterrados con lo que se evita la evaporación, en gran medida.
También usan mantas térmicas sobre el cultivo, un tejido que permite la aireación pero evita la evaporación.
Para que después digas que derrochan el agua.
Muchas gracias por tu comentario. Muy interesantes también estas técnicas que mencionas. Y no, no digo que derrochan el agua, más bien al contrario: si hay alguien interesado en ahorrar agua son los agricultores; su futuro va ligado al preciado líquido.
Perdón donde dije "digas" quería decir "digan". Ha sido un error ortográfico mío.
Un saludo.
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