jueves, 15 de octubre de 2009

Claves para acertar en una entrevista de trabajo

Si siempre ha sido importantísimo acudir a una entrevista de trabajo bien preparado para poder conseguir el puesto ansiado, hoy en día, tal y como están las cosas, esa importancia se torna en trascendental.
Para cualquier trabajo se presentan decenas de candidatos; no digamos ya, si el puesto en disputa resulta atractivo tanto en lo económico como en lo profesional. Al final de las primeras cribas, siempre queda un grupo de aspirantes con unas cualidades muy similares. Los pequeños detalles son, en definitiva, los que al final harán que el entrevistador se decida por una persona antes que por otra. Uno de esos detalles (crucial casi siempre) radica en nuestra presencia. De cómo vayamos vestidos y arreglados puede depender nuestro futuro en esa empresa.

Siguiendo unos pequeños consejos, el objetivo puede estar más cerca:
Lo primero que deberemos hacer es analizar la actividad de la empresa a la que nos presentamos: a qué se dedican, qué producen, cómo son sus clientes, cómo están organizados, cual es su cultura corporativa... todo esto no es excesivamente complicado si le echamos un buen vistazo a la página web de la compañía. Dependiendo de las características del puesto y del carácter de la empresa, sabremos de qué guisa deberemos presentarnos a la entrevista de trabajo.

Para empresas de corte serio y, sobre todo, si el puesto a ocupar está relacionado con las “plantas nobles” de la empresa (léase puestos directivos), lo más acertado es moverse en una gama de tonos neutros, como el negro, el gris, el blanco o el azul marino.


Para las mujeres, lo mejor es acudir con un vestido sin escote pronunciado o un traje de chaqueta (con un solo botón, pues alarga el busto y estiliza la silueta). Si las mangas son demasiado cortas, lo mejor es doblar el puño de la blusa. Un escote abierto proyecta seguridad y si se opta por una falda, lo mejor es el corte recto y por encima de la rodilla.
Los hombres deben optar por un traje clásico, siendo los colores fríos como el azul, el gris o el negro las apuestas más seguras. La camisa de manga larga azul o blanca y la corbata, imprescindible en estos casos, unicolor o con un estampado muy discreto. Todo esto nos dará una imagen de seriedad y elegancia.

En el caso de que la empresa sea más informal y que el puesto al que optamos no tenga la necesidad de ir bien trajeado, se puede acudir vistiendo unos vaqueros (siempre en tonos oscuros y sin adornos) o con pantalones de color claro (beige o marrón). Para los hombres una camisa o un polo y para ellas una blusa o un suéter con una chaqueta blazer de talle ceñido.

Los zapatos, en todos los casos, deben ser cómodos y con colores que combinen con la vestimenta que hayamos elegido. Para ellas, preferiblemente cerrado, huyendo de adornos y metales y sin demasiado tacón (de alrededor de tres centímetros) y para ellos, serio en el caso de vestir con traje e informal, pero sin estridencias, en el caso de acudir con vaqueros (unas náuticas, por ejemplo).

En todos los casos, tanto si buscamos un puesto directivo como si lo que queremos es atender al público, unos consejos con el atuendo para la entrevista:
- Las prendas deben ser cómodas, para facilitarnos los movimientos (ya estaremos bastante encorsetados con las preguntas que nos hagan).
- Los tejidos no se deben arrugar (tras media hora en la sala de espera, podemos entrar a la entrevista hechos un acordeón).
- También deben ser transpirables (con los nervios, se tiende a sudar y...).
- Las prendas nos deben resultar familiares. Mejor no estrenar ninguna (no podemos estar pendientes de si se desabrochará un botón en el momento menos adecuado).
- Hay que evitar collares grandes, pendientes largos, relojes excesivamente llamativos o pulseras estridentes. La atención del entrevistador debe estar dirigida a la conversación mantenida, no a la marca de nuestro reloj.
- En las mujeres, el maquillaje debe ser discreto, a base de tonos neutros y naturales. Los ojos serán el foco de atención durante la entrevista, así que hay que realzarlos con un rimel negro y unas sombras muy discretas. Completar con un ligero color en las mejillas y un pintalabios neutro y sin brillo.
- Los hombres deben acudir a la entrevista bien aseados y afeitados. En el caso de llevar barba o bigote, no es necesario quitárselo para acudir (salvo que se exija lo contrario), pero deben tener un aspecto impecable, evitando que parezcan descuidados.
- Hay que evitar los perfumes intensos y excesivos. Debemos pensar que la entrevista se desarrollará en un despacho reducido.
- Cuidado con no dejar ningún objeto (bolso, cartera, teléfono móvil...) en la mesa del entrevistador. Ocupamos su espacio vital y no causa buen efecto.

Pero, sobre todo, para acudir a una entrevista de trabajo, aparte de acertar más o menos con nuestra indumentaria, lo que debemos tener es seguridad en nosotros mismos, en nuestras cualidades y en lo que podemos ofrecer a esa nueva empresa. Pensando siempre de forma positiva y priorizando la claridad, la sinceridad y el poder de decisión.

Gran parte de estos consejos vienen recogidos en la web Vipventa.com . Indudablemente, ellos saben del tema mucho más que nosotros. Visítenlos en caso de necesitarlo.

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