miércoles, 21 de octubre de 2009

Otras formas de conseguir un préstamo

No se si últimamente han tenido la osadía de acudir a un banco o caja de ahorros para pedir un préstamo. Incluso ni acreditando que entran dos nóminas en su hogar, que sus puestos de trabajo son fijos, que aporta un par de avalistas solventes y que no tiene ninguna deuda pendiente, le auguro una gestión fácil con su banquero favorito.

Comprendo que, debido a la morosidad creciente, los bancos y cajas vayan con pies de plomo a la hora de conceder un préstamo, pero están llegando a unos límites que rayan lo imposible. Por ello, ya hace algún tiempo que han empezado a surgir iniciativas encaminadas a conseguir préstamos esquivando los cauces, hasta ahora, habituales. O sea, dejando de lado a las entidades bancarias.

Una de estas iniciativas es Comunitae. Un grupo de ex directivos del BBVA han puesto en marcha una comunidad a través de Internet que pone en contacto a personas que necesitan dinero con otras dispuestas a prestárselo a cambio de un tipo de interés.
En muy poco tiempo, 10.000 personas forman ya parte de esta comunidad. Los usuarios de Comunitae pueden solicitar créditos de entre 3.000 y 15.000 euros a un plazo de entre dos y cuatro años a otros particulares. Los tipos de interés rondan el 7% para quienes solicitan el préstamo y la rentabilidad media (para quien presta el dinero) alcanza el 9,33%.
Las personas que trabajan por cuenta ajena son las que más están pidiendo dinero a través de esta iniciativa, gente empleada preferentemente en los sectores de industria y transporte, con presencia destacada de solicitudes de personas que ocupan mandos intermedios en sus organizaciones.
Las ventajas de esta iniciativa es que ofrece mayores rendimientos a quien ofrece el dinero y menores costes a los usuarios que contraen la deuda. Pero no se crean que es llegar y besar el santo; en Comunitae se comprueban en profundidad los perfiles de los particulares y la tasa de rechazo de solicitudes por motivos de riesgo está actualmente en torno al 80%.

Otra iniciativa, en este caso para personas con menos “posibles”, es la que ofrecen las Comunidades Autofinanciadas (CAF). Comenzaron en Barcelona hace seis años y han dado el salto a Madrid de la mano de Transformado, una cooperativa de proyectos de economía solidaria.
Su funcionamiento es tan sencillo como eficaz. Grupos de 10 a 30 personas, amigos o conocidos, realizan una aportación inicial de entre 30 y 50 euros cada una. Eso les permite solicitar un préstamo hasta tres veces superior a su depósito, con un límite de mil euros. A mayor ingreso, mayor crédito. El dinero se devuelve según el plazo fijado por el reglamento de la CAF. Esta puede establecer el pago de un interés simbólico, que suele revertir en la caja comunal.

El dinero sólo es de los socios; no aceptan efectivo externo. Una vez al mes, la CAF se reúne para actualizar los pagos, evaluar las peticiones de crédito, conceder préstamos o aceptar nuevos socios. Cualquier movimiento monetario se registra en un libro de cuentas y a su autor se le entrega un recibo.
Los primeros en sumarse al proyecto fueron inmigrantes, que ya conocían las CAF en sus países de origen (“la cadena” en Ecuador o “la natillera” en Bolivia), pero, poco a poco, está calando en la sociedad española ya que su mayor ventaja es la creación de una red de apoyo mutuo que actúa como paraguas ante situaciones adversas y facilita la integración social. Como bien dicen desde estas asociaciones, “los amigos son tu banco”.

La tercera forma de conseguir ese crédito tan ansiado es acudiendo a la fórmula de los microcréditos. Populares desde hace muchos años en países del tercer mundo (Banco Grameen del premio Nóbel de la Paz, Muhammad Yunus o la organización Kiva), poco a poco, están llegando a los países civilizados.
En este caso, son las cajas de ahorro y los mismos bancos quienes los conceden, pero al estar apoyados (en muchos casos) por organismos y líneas de crédito oficiales, son mucho más fáciles de conseguir. Sobre todo si lo que quiere es abrir un negocio y pertenecen a grupos de personas de los denominados “desfavorecidos”. Pueden encontrar información en el ICO, en la Fundación Internacional de la Mujer Emprendedora, en la Obra Social de la Caixa, en Caixa Catalunya, en Caixa Galicia, en Caja Granada, etc.

Lo que si que les aconsejo es que no acudan nunca a esos usureros modernos que aparecen en todos los medios de comunicación. Me refiero a esas empresas que conceden préstamos rápidos sin apenas avales.
Desconfíen de ellos ya que sus tipos de interés son altísimos (mínimo de un 25%) y, en el caso de que no les puedan devolver el dinero, les incluirán rápidamente en los registros de morosos.
Normalmente, se suelen utilizar para comprar cosas que no son imprescindibles. Ese capricho les puede arruinar de por vida.
¡Qué tengan suerte con su préstamo!

1 comentario:

juegos de estrategia dijo...

La verdad se esta haciendo muy famosa esa web, creo que tienen un sistema como de confianza, por si prefieres prestar dinero a gente que ya es veterana en esa web

saludos