Aunque parece que la crisis ya no va a ir mucho a peor, lo cierto es que hasta que se vuelva a crecer lo suficiente como para crear los puestos de trabajo que se han perdido (y los que, desgraciadamente, se van a seguir perdiendo), pasarán varios años (esperamos que sean los mínimos posibles).
Para combatir la crisis, la mayoría de los gobiernos europeos se están endeudando hasta las cejas emitiendo deuda pública e incurriendo en gravísimos déficits. Todo con la intención de reactivar la economía, cosa que, salta a la vista, no están consiguiendo.
Se propugna desde todos los púlpitos aumentar el control a las entidades bancarias, elevar los beneficios sociales a todo el mundo a costa de aumentar desmesuradamente los números rojos de las contabilidades nacionales, incrementar (aunque sea de forma encubierta) los aranceles a las importaciones para favorecer a las industrias nacionales, disparar el gasto público, nacionalizar algunos servicios... y algunos gobiernos, como el español, aumentar los impuestos para financiar todos estos dispendios, corriendo el riesgo de que se paralice el gasto privado, auténtico motor de la economía.
¿Son estas las únicas soluciones posibles ante la crisis? Desde luego que no.
Esta semana ha visitado Madrid el primer ministro de Georgia, Nikoloz Gilauri. Este país, haciendo un poco de memoria, estuvo hasta hace bien poco en guerra contra Rusia (o contra las provincias partidarias de Rusia, como queramos decirlo). Apenas se acabó esta guerra, el mundo entero se vio inmerso en esta profunda crisis. Sería de esperar que Georgia estuviese ahora mucho peor que otros países, ¿no les parece? Pues bien, eso no es, ni de lejos, lo que está ocurriendo.
Observen cual es la filosofía de este político:
"Como primer ministro tenía que sustituir la dependencia de las ayudas internacionales extranjeras por inversiones privadas que ayudaran a crecer al país. Y eso solo se consigue liberalizando la economía".
“Para empezar, Georgia ha disminuido los 21 tipos de impuestos que teníamos a solamente 6, planos y fáciles de administrar. Una política impositiva que yo mismo resumí en 4 folios cuando pertenecía al Ministerio de Finanzas. Queremos un gobierno con una huella fiscal que suponga lo menos posible".
“Hemos modificado la Constitución para que subir los impuestos, o añadir nuevos tipos tengan que aprobarse por referéndum, lo que devuelve el poder al pueblo".
"Si el sistema de fiscalidad es tan sencillo es porque las autoridades no pretenden malinterpretar lo que dice el Código Fiscal. Anteriormente las autoridades fiscales abusaban de ciertos párrafos, que ahora hemos suprimido para que no vuelva a ocurrir, y no de pie a la existencia de organizaciones mafiosas".
"Hemos decretado que los gastos del Gobierno en relación con el PIB no pueden ser mayor al 30%, provocando que no tenga sentido aumentar los impuestos, porque no se podría beneficiar de ellos".
“Ofrecemos zonas industriales libres de impuestos dirigidas a las empresas que quieran hacer de Georgia su centro neurálgico para la exportación. Así, nos hemos convertido en el país con menos impuestos y menos trabas comerciales".
"Creemos en la economía liberal, y sobre estas bases hemos trazado un proyecto para privatizar el sistema sanitario. Este plan, incluye protección sanitaria gratuita para las 900.000 personas que viven bajo el nivel de la pobreza, junto a "profesores, policías y los presos", con un seguro sanitario subvencionado por el Estado para estos sectores más vulnerables. Para el resto de la población, se implantará el funcionamiento mediante aseguradoras sanitarias, con facilidades estatales: para quien pague un tercio del seguro, el Gobierno pagará los 2/3 restantes".
Para terminar, una frase que pasará a la posteridad: “el estado no es tan inteligente como el mercado”.
¿Resultados de esta política? Según el Informe de 2009 de Transparencia Internacional, Georgia es uno de los países menos corruptos, con cotas mucho más bajas que países como Noruega. No han tenido que rescatar a ninguna institución financiera nacional. El Informe de Doing Bussines, señala a Georgia como uno de los países que ofrecen más facilidades para hacer negocios. Han aumentado los beneficios sociales y se ha conseguido quintuplicar la tasa de la población cubiertos por un seguro médico...
Un sistema liberal (totalmente real) que ha conseguido en muy poco tiempo que haya menos corrupción, menos impuestos, menos regulación pública y menos necesidad de financiación de organismos extranjeros. Con todas estas premisas, no es de extrañar que la economía de Georgia haya abandonado, hace ya bastante tiempo, la recesión.
Justamente todo lo contrario de lo que nos ocurre a nosotros.
Irme a vivir a Georgia no me apetece, pero ¿no podríamos comprar a un Nikoloz Gilauri para España?
1 comentario:
Siempre me ha gustado viajar mucho y por eso suelo ir a varios países de distintos continentes. Recuerdo que cuando fui a Georgia la pase maravillosamente bien y la gente me ha tratado muy bien. Soy de viajar mucho y por eso conozco varias personas que trabajan afuera y me ayudan con la estadia. Muchos me dicen Le ofrecemos la mejor variedad de autos en alquiler para tener un buen vehiculo para manejarse en otro pais
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