Nuevas multas: 200 euros por aparcamiento indebido

La última reforma del código de circulación (que entró en vigor el pasado 25 de mayo) y, en concreto, los cambios efectuados en las sanciones, puede traernos más de un disgusto.

Si ustedes han escuchado las palabras del Director General de la DGT, Pere Navarro o visto alguno de los anuncios aparecidos en prensa, radio o televisión, puede que crean que las multas se han reducido. No caigan en la trampa: lo que se ha rebajado son algunas sanciones que antes llevaban aparejadas la pérdida de los puntos del carné y sanción económica y ahora, con la nueva ley, se quedarán “sólo” en sanción económica.

Lo que ni nos dice el señor Navarro ni los anuncios de la DGT son las sanciones que aumentan. Suponemos que los estudiosos del Ministerio en estadísticas sobre multas habrán trabajado duro en los últimos meses y se han dado cuenta de que la mayoría de las multas se imponen dentro de las ciudades y por cuestiones que afectan “tanto” a la seguridad vial como los estacionamientos indebidos. A ello le han sumado la falta de financiación que tiene famélicos a nuestros ayuntamientos y han encontrado, de golpe, la piedra filosofal: rebajamos el tema de los puntos (que tampoco nos conviene que la gente pierda en masa el carné de conducir) y masacramos a los listillos que dejan el coche encima de la acera, aunque sea por unos minutos.

Aunque en algunas grandes ciudades las multas eran mayores, en la mayoría de las poblaciones españolas los estacionamientos indebidos tenían una multa de 30 euros. Aparcar (sin conductor) en doble fila, estacionar en un paso de cebra, en un carril bus, en una zona de carga y descarga en horarios prohibidos o encima de la acera conllevará una sanción de ¡200 euros!. Pero no queda ahí la cosa: póngase el cinturón de seguridad aunque vaya a la calle de abajo y no se le ocurra acercarse al supermercado del barrio sin llevar toda la documentación preceptiva, tanto la suya como la del vehículo, porque la “broma” es la misma: 200 euros.

Eso si; si la paga casi al instante y renuncia con ello a su derecho a reclamar, le rebajan la pena un 50% hasta los 100 euros. Como tenga que utilizar mucho el coche y le “enganchen” dos ó tres veces en un mes... no tendrá que acudir a ningún dietista para perder peso.

No me malentiendan; no estoy en contra de que sancionen duramente a esos desalmados que aparcan permanentemente en las rampas para minusválidos o encima de las aceras obstaculizando el paso a los cochecitos para bebés o a las sillas de ruedas. Es más, aparte de crujirles las carteras, les ataría las piernas y los subiría a una silla para minusválidos durante varios días para que se diesen cuenta de las dificultades y los riesgos que conllevan estas conductas.

Tampoco tendría clemencia con los que estacionan sin ningún miramiento en doble fila o en un carril bus muy transitado (no, no me estoy refiriendo sólamente a los taxistas), pero eso no conlleva que se tengan que sancionar todos los aparcamientos indebidos de igual forma: existen multitud de aparcamientos prohibidos que no dificultan el tránsito a nadie. La “barra libre” que propone la ley puede ser muy peligrosa a manos de un policía local sin escrúpulos.

Mención aparte merece la indefensión que provoca el no poder reclamar si se paga la multa en poco tiempo. En este caso, la rebaja del 50% (que podría parecer ventajosa) no pasa de ser una burda coacción.

Tampoco nos deberían de extrañar estas nuevas medidas. De un tiempo a esta parte (por no decir siempre) las sanciones de la DGT siempre van encaminadas a su vertiente recaudatoria. Reducir los puntos de sanción sólo beneficiará a esos locos que van continuamente haciendo burradas por las carreteras. En cambio, el aumento desmesurado de las multas dentro de los centros urbanos nos fastidiará a todos. ¿O es que hay alguien no haya aparcado indebidamente alguna vez en su vida?