DESESPERACIÓN RUMANA

Que conste que, después de llegar de vacaciones, lo primero que quería escribir era un texto amable y no muy complicado para empezar suaves, pero los hechos que han ocurrido hoy han tocado uno de mis puntos flacos: la inmigración, así que tendré que empezar serio. Ya llegarán días más agradables.
Ha sucedido esta mañana frente a la subdelegación del gobierno en Castellón. Un inmigrante rumano ha decidido quemarse a lo bonzo y después de rociarse con gasolina se ha prendido fuego delante de su mujer, sus hijos y mucha más gente que había en aquellos momentos en la zona (incluida una cámara de Tele Castellón). Según cuentan sus familiares, llevaban tres meses en España y, cansados de no encontrar un trabajo decente, después de ahorrar el dinero para volver a casa los engañaron y perdieron su dinero. Tras varias peticiones a organismos oficiales y de caridad en las que no consiguieron el dinero necesario para pagar el viaje de vuelta a Rumania decidieron acudir a la subdelegación, en donde desgraciadamente ocurrieron los hechos.
De esta historia no sé hasta donde llega la realidad y donde empieza la mentira pero lo que si que sé es que ese hombre ya no podía más. Se nota en las imágenes que después de prendida la camiseta se da cuenta de lo que está ocurriendo y quiere volver atrás quitándose la ropa, aunque ya es demasiado tarde. ¿Se imaginan lo desesperado que estaría para cruzársele durante un segundo por la cabeza la idea de encender el mechero y prenderse fuego delante de su mujer y sus hijos?
Necesitaban 400 Euros para pagar los billetes hasta su país. ¿No hay ningún organismo oficial que se pueda encargar de estos casos ya sea de España, Rumania o la Comunidad Europea? Una vida por 400 Euros.
Ya lo he escrito en anteriores ocasiones: el problema de la inmigración es muy grave y difícil de solucionar y no afecta exclusivamente a nuestro país. Pero también es verdad que en el mundo entero disponemos de millones de políticos que cobran de todos los ciudadanos para que solucionen estos y otros problemas y no para que se dediquen a tirarse los trastos a la cabeza entre ellos.
A nivel nacional, se debería llegar a un consenso entre los principales partidos para encontrar soluciones que duren varias legislaturas.
A nivel de la Comunidad Europea alcanzar acuerdos globales y que no tengan que ser siempre unos pocos países los que carguen con esta pesada losa. Pero en el caso que nos ocupa ¿Rumania está dentro de la Comunidad? ¿Verdad? Entonces, ¿a que esperan para ayudar a sus ciudadanos?
A nivel mundial la ONU trata el problema de la inmigración en muchas de sus conferencias, pero ¿podrían esmerarse un poco más en estas majestuosas y multitudinarias conferencias y encontrar alguna solución? Sería una sorpresa, lo sé, pero alguien tendrá que encontrar remedios porque no se puede continuar así. Los seres humanos tienen derecho a desplazarse a cualquier lugar del mundo, no se pueden poner trabas pero se debe de regular para que estos desplazamientos no provoquen el caos en el lugar de acogida. Los inmigrantes buscan una vida mejor y en muchos países desarrollados se necesita mano de obra ¿dónde está el problema?

- ¿Por qué cree usted, don Graciano, que se le tiene tanto miedo a los inmigrantes?
- Porque la gente cree que los que vienen de fuera les quitaran cosas.
- En cambio, cuando los que vienen son de países desarrollados se les abren todas las puertas. Así es. Siempre se ha creído que los pobres te iban a robar, cuando históricamente son los países ricos los que lo hacen.