Escándalo en Gijón; vergüenza en Tarragona

Cuando ya creíamos haberlo visto todo en el mundo de la política, nos damos cuenta de que no, de que esos semidelincuentes que dicen llamarse políticos no dejarán nunca de sorprendernos. En más de una ocasión nos dejan de piedra cuando les oímos exclamar que ellos se han metido en política para servir a sus conciudadanos y que su labor está llena de sinsabores, malos tragos y mucho trabajo. Ya. Pobrecitos.
En todos los oficios existen personas que lo hacen bien, otros que hacen lo que pueden, pero que al no estar capacitados fallan más de lo debido y otros, que bien sea por incompetencia bien por maldad, siempre lo hacen mal. Pues bien, en el mundo de la política, abundan los del segundo y tercer grupo y, buscando mucho, puede que encontremos alguno que lo haga medianamente bien. Eso si, si ustedes conocen alguno, díganmelo y le votaré.

El caso del PP de Gijón es escandaloso y muestra, muy a las claras, la naturaleza siniestra de nuestros políticos. Un ex concejal, despechado porque van a expulsarlo del partido, ha sacado a la luz unas grabaciones en las que sus compañeros manifiestan sus opiniones sobre la política municipal de Gijón. En ellas muestran abiertamente su rechazo a posibles mejoras en la ciudad solo por el hecho de que quien las va a llevar a cabo son sus eternos enemigos, los del PSOE, ahora en el poder. Frases como: “estamos en un partido político y su fin primordial no es el bien de Gijón. Su fin es ganar y hay que ganar como sea. ¿Les vamos a dar las cosas para que lo hagan los socialistas?” o “¿nos conviene políticamente que el Balneario salga, para que sea una referencia a nivel nacional? Pues, evidentemente no” se pueden oír en la grabación.
Nos dirán que las frases están sacadas de contexto y, posiblemente, así sea. Pero estoy convencido de que realmente dijeron lo que estaban pensando. Y el denunciante lo ha publicado porque están a punto de echarle, porque si no...

Y no se crean que esto ocurre sólo en el municipio asturiano. Conozco poblaciones en las que el partido que ostenta la alcaldía ha proyectado un campo de golf o un polígono industrial y tras las elecciones, y al pasar a la oposición, se ha opuesto con todas sus fuerzas a la ejecución de ambas instalaciones. O partidos políticos que siempre tienen el no en la boca y se oponen a todo lo que se le ocurra a sus adversarios políticos, incluso si el proyecto es para construir un colegio, un hospital o una instalación deportiva.

Pero lo peor es cuando se olvidan de hacer teatro, cuando se olvidan de su “buenismo”, de su “solidaridad” y de sus “valores democráticos” y sacan a pasear al personajillo fanático que llevan dentro. Buena prueba de ello es la demostración que ha hecho el número 1 de la coalición ICV-EuiA por la provincia de Tarragona y concejal de Torredembarra, Lluis Suñé.

Influenciado por su nacionalismo exacerbado y tras la publicación de las balanzas fiscales de las autonomías españolas, el citado “progresista” no ha dudado en realizar un montaje fotográfico, que ha publicado en su blog, en el que ha embestido contra el pueblo de Extremadura. Comentarios hirientes como “SOS, Extremadura te necesita” o “el 8,7 % del PIB catalán no es suficiente, apadrina un niño extremeño por 1.000 euros al mes” aparecen reflejados en el cartel sobre el fondo de una fotografía de dos niños sucios y harapientos. Y se atreve a completarlo con el logotipo del gobierno de España y el de UNICEF. No quería, pero les publico la foto para que se lo puedan creer.

En Cataluña viven muchos extremeños que emigraron allí hace algunas décadas ¿Esta es su forma de entender la palabra “convivencia”? Con este cartel, ¿pretende alentar el odio entre regiones y entre ciudadanos? El gobierno de Extremadura ha anunciado que emprenderá acciones legales contra este personaje. Espero que también lo hagan el gobierno de España y UNICEF por el uso indebido de sus logotipos en un cartel racista. ¿Y la Generalitat catalana? ¿Opinará sobre el tema o esperará agazapada a que escampe la tormenta como hace siempre?

Espero que tanto a los políticos Gijoneses como al de Tarragona les peguen una patada en su pulcro trasero y los envíen para sus casas. A partir de ahora, que trabajen para ganarse la vida. Se les ha visto el plumero.
Estamos gobernados por personajes mediocres que a lo máximo que podían aspirar a llegar en sus vidas era a ser representantes políticos. Así nos van las cosas. Algún día nos daremos cuenta de lo bien que viviríamos sin ellos.