A través de la publicidad institucional, todos conocemos ya el servicio telefónico de información y asesoramiento jurídico en materia de violencia de género, el 016.
Entró en funcionamiento el pasado 3 de septiembre y hasta el pasado 31 de enero han atendido 21.820 llamadas referentes a violencia de género, según un informe del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Estas llamadas las realizaron las mujeres en un 82% del total, los familiares o amigos en un 15% y los profesionales o entidades que fueron el 3% restante.
El día en que más llamadas se recibieron fueron los lunes (suele ser un mal día para todos) y la hora más concurrida fue la que va entre las ocho y las nueve de la mañana.
Entró en funcionamiento el pasado 3 de septiembre y hasta el pasado 31 de enero han atendido 21.820 llamadas referentes a violencia de género, según un informe del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Estas llamadas las realizaron las mujeres en un 82% del total, los familiares o amigos en un 15% y los profesionales o entidades que fueron el 3% restante.
El día en que más llamadas se recibieron fueron los lunes (suele ser un mal día para todos) y la hora más concurrida fue la que va entre las ocho y las nueve de la mañana.
Haciendo números nos sale que cada día atendieron 145 llamadas, es decir, 6 cada hora. La cifra marea. ¿Cómo es posible que haya seis locos diferentes en España cada hora, todas las horas del día y todos los días del año, que amenazan y maltratan a sus mujeres?
Yo es que no lo entiendo. Vives con una persona porque estás a gusto con ella y quieres pasar tu vida así. Eres feliz con esa relación y no la cambiarías por nada. Pero, desgraciadamente las cosas no son siempre igual y lo que ayer era blanco, hoy es completamente negro. Pues bien, llegado ese momento, cada uno por su parte y en paz. ¿Por qué alargar una relación en la que nos sentimos a disgusto? ¿Por qué dedicarse a amargarle la vida al otro? Y si es el otro el que se quiere ir, adelante. Reteniéndole no vamos a volver a conseguir la felicidad. Yo creo que el tema es bastante sencillo. Está claro que cambiar de relación no tiene nada que ver con cambiar de canal de televisión, pero la gente debería desdramatizar la ruptura de una relación. Irían mucho mejor las cosas.
Pero yo me refería en el título a los imbéciles del teléfono. Ya me he referido a que atendieron 21.820 llamadas verdaderas. ¿Saben cuantas más se recibieron en este número? ¡88.208 llamadas! Todas ellas falsas: bromas, insultos o amenazas y, en menor medida, errores de marcado.
El que insulta o amenaza a quien le coge un teléfono oficial es, indudablemente, un imbécil. Con los sofisticados medios de localización de llamadas existentes en la actualidad, lo más seguro es que en muy poco tiempo, sepan perfectamente quien a hecho la llamada. Lo que en un principio puede servir a los maltratadotes para desahogarse, seguramente se convierta en una prueba concluyente en un posterior juicio.
Y en cuanto a las bromas ¿Qué decir? ¿Quién puede considerarse tan gracioso como para llamar a un teléfono tan serio como este para decir una tontería? Pues eso, un imbécil.
Sin embargo, este dato de las bromas da que pensar. Un porcentaje muy alto de las llamadas han sido bromas. Yo creo que es así como la mayoría de la gente ve el problema del maltrato en el hogar. Un drama de estas descomunales dimensiones continua creciendo porque la mayoría de la gente sólo se moviliza cuando la asesinada ha sido su vecina. Si la asesinada o maltratada vive en la otra punta de España ¿cuántas veces han escuchado ustedes aquello de “algo habrá hecho”?
Y mientras tanto, los imbéciles llamando por teléfono malgastando nuestros recursos y el juez decano de Madrid denunciando que se tarda un año en computar los antecedentes de los maltratadotes, por falta de medios.
Y mientras tanto, los imbéciles llamando por teléfono malgastando nuestros recursos y el juez decano de Madrid denunciando que se tarda un año en computar los antecedentes de los maltratadotes, por falta de medios.
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