Bonito nombre, ¿verdad?. Pero ¿de qué carajo está hablando este? No se asusten, que la cosa es más sencilla de lo que en un principio nos parece a todos. Se trata “simplemente” de ceder nuestros ordenadores conectados a Internet a equipos e investigaciones científicas durante los tiempos muertos en los que, a pesar de estar encendidos, no los estamos utilizando.
Una vez explicado, no resulta tan complicado. Los internautas se descargan en su ordenador un programa de salvapantallas. Cuando éste se activa, al dejar de utilizar el ordenador el usuario, envía un mensaje pidiendo órdenes de trabajo a un computador central y empieza a trabajar. Cuando volvemos a utilizar el ordenador, deja de trabajar “para otros” y así sucesivamente hasta que termine el trabajo asignado. Entonces lo enviará al computador central que le enviará nuevas tareas.
Una vez explicado, no resulta tan complicado. Los internautas se descargan en su ordenador un programa de salvapantallas. Cuando éste se activa, al dejar de utilizar el ordenador el usuario, envía un mensaje pidiendo órdenes de trabajo a un computador central y empieza a trabajar. Cuando volvemos a utilizar el ordenador, deja de trabajar “para otros” y así sucesivamente hasta que termine el trabajo asignado. Entonces lo enviará al computador central que le enviará nuevas tareas.
¿Para que sirve todo este montaje?
Les pondré el ejemplo del proyecto CIVIT desarrollado por el organismo oficial CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). Este organismo desarrolla numerosos proyectos que necesitan de incontables horas de cálculos (en ocasiones años). Mediante la utilización de miles de ordenadores “voluntarios” este periodo de tiempo se reduce drásticamente y las investigaciones ven la luz mucho antes. Y en la mayoría de las ocasiones, el tiempo es oro.
Es una moda que se está popularizando ya que, aparte de los costes que se pueden ahorrar los investigadores, tanto económicos como energéticos y de tiempo, los usuarios pueden elegir ceder sus equipos entre varios proyectos de investigación y pueden ver periódicamente los resultados que están ayudando a obtener. Se espera que en este proyecto se llegue a la cifra de 100.000 prestatarios de ordenadores.
Les pondré el ejemplo del proyecto CIVIT desarrollado por el organismo oficial CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). Este organismo desarrolla numerosos proyectos que necesitan de incontables horas de cálculos (en ocasiones años). Mediante la utilización de miles de ordenadores “voluntarios” este periodo de tiempo se reduce drásticamente y las investigaciones ven la luz mucho antes. Y en la mayoría de las ocasiones, el tiempo es oro.
Es una moda que se está popularizando ya que, aparte de los costes que se pueden ahorrar los investigadores, tanto económicos como energéticos y de tiempo, los usuarios pueden elegir ceder sus equipos entre varios proyectos de investigación y pueden ver periódicamente los resultados que están ayudando a obtener. Se espera que en este proyecto se llegue a la cifra de 100.000 prestatarios de ordenadores.
Y al hilo de este proyecto llega otro, curioso y muy interesante. En esta ocasión se trata del proyecto Folding@home de la Universidad de Standford. Prácticamente es lo mismo que el anterior, pero en este caso se dedican al estudio de algunas de las enfermedades más mortales del mundo como el cáncer, el SIDA o el Alzheimer. Sin la ayuda de millones de ordenadores “voluntarios” sería impensable adentrarse en el estudio de determinados procesos proteínicos que pueden estar relacionados con estas enfermedades.
Pero lo curioso de este proyecto es que Sony entró a formar parte de él. Desde la multinacional publicitan el proyecto a través de las consolas Playstation 3 y el comprador de estos aparatos que quiera, puede unirse al proyecto. Cada día se unen 3.000 nuevos usuarios y la cifra ya llega al millón. La potencia de la consola es tal que cada una de ellas hace el mismo trabajo que diez PC. Por lo tanto, los recursos de investigación aumentan a pasos agigantados y los trabajos que ahora se acaban en semanas hubieran llevado años con los medios que tenían antes.
Si creían que la maquinita sólo servía para pasar buenos ratos, estaban equivocados. Ese ingenio tiene tantas posibilidades que cualquier cosa es imaginable; hasta ayudar a curar enfermedades incurables.
Únanse a los proyectos. Sin apenas esfuerzo podemos colaborar a resolver problemas que hagan del mundo un sitio mejor.
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