Menos drogas pero más peligrosas

Noticias un tanto contradictorias en la lucha contra el consumo de drogas. De una parte, se constata la disminución en su consumo, pero, por la otra parte, se observa con preocupación una rebaja en la calidad de las mismas.

Esta semana pasada se hicieron públicos los datos de la última Encuesta Domiciliaria de Alcohol y Drogas. Pues bien, según esta encuesta, España ha registrado en 2007 y 2008 las tasas más bajas de consumo de alcohol y tabaco desde 1997. Hace diez años, un 47% de la población fumaba, mientras que ahora lo hace el 42%. En cuanto al alcohol, el descenso ha sido del 79% al 73%. Aunque parezca poco, 5 ó 6 puntos del porcentaje es muchísima gente en la calle.
En cuanto a los bebedores de riesgo, es decir, aquellos que toman más de tres whiskys diarios si son hombres o más de dos si son mujeres, han descendido de un 5% a un 3%. El consumo de cannabis es ahora de un 10% de la población y un 1,5% de la población reconoce usarlo diariamente, frente a un 2% que la hacía hace tres años.
En cuanto a la cocaína, su consumo se ha estabilizado, situándose en un 3% los que reconocen haberla consumido en el último año. Así y todo, España continúa a la cabeza de su consumo en Europa.
Pero quizá uno de los puntos más esperanzadores es el continuo aumento de la percepción del riesgo del consumo de las drogas. Cada vez más, los españoles nos estamos concienciando de la peligrosidad que conllevan todas estas sustancias y la famosa frase del “por una vez no pasa nada” o el “lo puedo dejar cuando quiera” están pasando, afortunadamente, a la historia.

Ahora bien, la pregunta que surge es clara: ¿por qué ha bajado el consumo de drogas?
Quiero creer que las continuas campañas de sensibilización llevadas a cabo por la administración empiezan a tener efecto. Varias décadas mostrándonos los devastadores efectos que las drogas tienen sobre el organismo puede que ya nos hayan asustado lo suficiente como para que nos tomemos en serio estos peligrosos hábitos. Pero también creo que la crisis severa que estamos sufriendo ayuda a que se rebaje el consumo.
Sin embargo, esta segunda causa también tiene sus efectos perniciosos. Según un estudio publicado por la ONG Controla Club, se está produciendo una pujanza en el consumo de drogas más baratas y están apareciendo peligrosos cócteles desconocidos que no tienen ningún tipo de garantía y que pueden provocar combinaciones mortales.

La crisis provoca que las personas salgan menos de casa y que también, cuando lo hacen tengan mucho cuidado con sus presupuestos. Los despreciables productores de drogas ya han atisbado esta tendencia y adulteran sus productos para que sean más asequibles. Las mezclas resultantes son auténticas bombas compuestas por ansiolíticos, somníferos y todo tipo de medicamentos psicoactivos que, combinados habitualmente con alcohol, pueden llegar a resultar mortales. Sin ir más lejos, hoy salía en las noticias que se están ofreciendo pastillas de éxtasis a un euro la unidad al consumidor final. Tampoco soy un experto en la materia, pero con ese precio...
En fin, quedémonos con las buenas noticias. Celebremos la bajada en el consumo de drogas.