jueves, 15 de enero de 2009

Obama apoya la energía nuclear y el carbón

-“Las familias americanas no quieren que el coste de la energía suponga una parte cada vez mayor de su renta”.
-“La industria nuclear debe ser parte del mix energético”.
-“Que nadie crea que no vamos a usar el carbón, es nuestro recurso natural más abundante”.
Estas frases fueron pronunciadas en el Senado de los Estados Unidos. ¿Quién se atrevió a decirlas? Seguro que muchos de ustedes pensarán que cometer la osadía de apostar en público por la energía nuclear o el uso del carbón sólo puede haberlo hecho alguien que no tenga nada que perder, alguien a quien ya no le haga falta disimular sus preferencias, algún político al que le queden pocos días en el poder, o sea, algún integrante del gobierno saliente de George Bush. Al fin y al cabo, la defensa de la energía nuclear o el uso de un combustible altamente contaminante como el carbón sólo puede salir de mentes de “derechas” (esto es lo que nos dirían los progresistas y los ecologistas españoles).
Pues no. En esta ocasión se equivocan. Las frases antes mencionadas fueron dichas por Steven Chu. Este prestigioso físico, que ganó el premio Nóbel de su categoría en 1997, va a ser el nuevo Secretario de Energía del próximo gobierno de ¡Barack Obama!

¡La gran esperanza de la izquierda de medio mundo apuesta por la energía nuclear y por el carbón! ¿Se sentirán traicionados? Sinceramente no lo creo. No lo criticarían ni aunque rompiese en mil pedazos el protocolo de Kioto o negase la influencia del CO2 en el “cambio climático”.

En los Estados Unidos no importa si un político es Demócrata o Republicano porque, haciendo las cosas con mejor o peor “talante” lo único que persiguen es reforzar su progreso y conseguir el bienestar de sus ciudadanos. Y, en el caso energético, el bienestar de los norteamericanos es tener una energía económica y segura.

Obama reforzará la seguridad de sus centrales nucleares. Eso no lo dudo. Pero no renunciará (por cabezonería y soflamas partidistas) a una energía limpia y segura. También estoy seguro que invertirá muchos dólares en conseguir que las centrales que se alimentan con carbón contaminen mucho menos que hasta ahora. Pero no se negará tajantemente a utilizar un recurso natural abundante y fácil de conseguir.

Quienes me hayan leído en alguna ocasión ya conocerán que defiendo hasta la saciedad que hay que cuidar el medio ambiente con todas nuestras fuerzas (aunque sólo sea por egoísmo puesto que no podremos vivir en ningún otro lugar).
Sin embargo, lo que estoy observando es que las teorías catastrofistas del “cambio climático” van perdiendo fuerza día a día. Son muchos los científicos que discrepan de la teoría oficialista y otros muchos los que no saben cómo salirse de ella antes de perder toda su credibilidad. Los datos sobre temperaturas no acompañan últimamente a los seguidores de Al Gore y ahora, encima, les sale el líder en el que tenían puestas todas sus esperanzas para poder seguir viviendo del Apocalipsis y confirma que va a impulsar energías tradicionales como el carbón o la nuclear.

Se están poniendo nerviosos viendo las nevadas y las bajas temperaturas reinantes en buena parte del hemisferio norte (ellos dicen que unos años fríos no cambian la tendencia general; ya, ¿y unos años cálidos si lo hacen?) y empiezan a mostrarse tal como son.
Y si no me creen, lean las declaraciones que Rajendra Pachauri, presidente del Panel Internacional sobre Cambio Climático de la ONU (el famoso IPCC), hizo durante la visita de la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, a su país, la India. Después de recibir una “generosa donación” del gobierno español de 75.000 euros, aseguró que “no se puede mantener un sistema que sólo piensa en los ricos”. “En la ONU elegimos a los mejores científicos y nuestros informes son aceptados por todos los gobiernos, así que los escépticos del cambio climático deberían mudarse a otro planeta”.
Como pueden comprobar, toda una lección de “talante”. ¿Criticará las decisiones de Obama?

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