Tonto del mes (VIII). Locos por la cárcel

Los que siguen este blog ya saben que mensualmente otorgamos un premio al personaje que se ha distinguido por el esfuerzo realizado en dar a conocer una de sus mejores cualidades: la tontería.
Es, normalmente, un comentario intrascendente que lo único que persigue es hacernos reír y que olvidemos, por unos instantes, los momentos complicados que nos toca vivir.

Este mes el premio es compartido y ambos ganadores tienen en común que la tontería que han cometido estaba relacionada con la justicia.
El primero de ellos es un vecino de Cantabria, Cristian A. F., citado el 6 de octubre pasado en los juzgados de Torrelavega por su relación con el robo de un autobús en Málaga.
Como ya estaba cercana la hora de acudir a la citación y ante el peligro de llegar tarde a ella, Cristian no dudó en robar un camión municipal, dedicado a la poda de árboles, de la localidad de Mataporquera que estaba con la puerta abierta y las llaves puestas. Parece que se puso nervioso con las prisas y apenas lo condujo unos cientos de metros, ya que durante este trayecto colisionó con tres vehículos (7.000 euros en daños) hiriendo a una conductora (90 días para recuperarse), amén de provocar daños en el camión municipal (6.000 euros). Tuvo que abandonar el vehículo ya que, al chocar contra unos árboles, dejó de funcionar.

Pero Cristian todavía llegaba tarde así que, en esta ocasión, “tomó prestada” una grúa (siendo perseguido durante unos metros por su propietario) y enfiló la autovía con destino a Torrelavega. No llegó a su destino, puesto que la Guardia Civil lo detuvo a medio camino (supongo que de haber llegado, hubiese aparcado en doble fila delante del juzgado).
El juez le ha condenado a seis meses de prisión por estos hechos. No nos informan de la condena que le impusieron por el robo del autobús en Málaga, pero supongo que el juez no tendría muchas dudas sobre su culpabilidad: si para acudir a la citación robó dos vehículos, ¿qué no haría en sus ratos libres en Málaga?

El otro ganador del premio de este mes reside en Alicante, aunque desconocemos su identidad. Nuestro hombre acababa de atracar una vivienda cuando le detuvieron los miembros de la policía. Una vez ingresado en los calabozos, sacó unas pequeñas tijeras que llevaba camufladas en las zapatillas y amenazó al resto de los detenidos con los que compartía la celda, exigiéndoles que le diesen todo el dinero que llevaban encima.
Tuvo suerte, puesto que encontró a otro delincuente que acababa de atracar a un empresario y llevaba mucho dinero encima, consiguiendo 2.200 euros con su acción.

Sin embargo, una vez que fueron llamados a declarar ante los agentes judiciales, las víctimas del robo denunciaron la situación, por lo que el atracador fue descubierto inmediatamente y ahora tiene que responder ante la justicia de un delito de robo con violencia aparte de la sustracción de la vivienda por la que ya estaba detenido.

Promete este delincuente. Supongo que la próxima fechoría que cometerá –ahora ya dentro de la cárcel- será digna de aparecer en el guión de “los hombres de Paco” o “Aida”.
Intentaremos seguir los pasos de estos dos “cacos de tebeo”.