Hay gestos o, en el caso que nos ocupa hoy, fotografías, que cambian para siempre la percepción que la sociedad tiene de personas u organizaciones.
Sin remontarnos mucho en el tiempo, recordamos la fotografía que se hicieron el juez Garzón y el ministro Bermejo ante los cadáveres de decenas de corzos tras una cacería de fin de semana. Al ministro, pasados unos meses, le costó la cartera y al polémico juez le han ido tan mal las cosas desde entonces que, incluso, cabe la posibilidad de que pueda perder su puesto en la Audiencia Nacional.
Indudablemente, la foto no fue la causa de todos estos males; razones más importantes ha habido para que estos dos personajes hayan caído en desgracia. Pero lo que consiguió la fotografía fue que la sociedad abriera los ojos y se diese cuenta de la vida tan “sacrificada” que llevan nuestras autoridades y, con los tiempos que corren, tener una mala imagen ante la sociedad es sinónimo de dimisión o cese del cargo público que ostentan.
Algo parecido es lo que ha ocurrido con la -ya famosa- foto de los etarras sonriendo en un centro comercial ataviados con la camiseta de la selección española de fútbol.
A raíz de la detención de los etarras Jon Rosales y Adur Arístegui, han salido a la luz sus andanzas y entretenimientos en el “tiempo libre” que les deja su deplorable oficio de terrorista.
En el perfil de Facebook del primero de ellos, se han encontrado diversas fotos del criminal junto con sus amigos. La que más ha llamado la atención ha sido ésta en la que aparece enfundado en el último modelo de la camiseta de la selección con la que España disputará los partidos del próximo mundial de fútbol en Sudáfrica. Igual de llamativo ha resultado encontrar un comentario de Arístegui, fechado el 16 de enero, en el que anima con el grito de "¡Podemos!", proclama popular que acompañó a la selección española durante su participación en la última Eurocopa, disputada y ganada en Austria y Suiza.
El impacto entre los radicales ha sido tal que un tercer “amigo” les recrimina en un nuevo comentario, el día 13 de febrero: "¡¡¡¡¡pero ke es esto!!!!! No lo esperaba esto de vosotros”. (como pueden comprobar, un texto perfectamente redactado, digno de estos descerebrados).
Y es que el hecho de que unos terroristas independentistas posen con uno de los mayores símbolos del estado al que ellos llaman “opresor”... tiene guasa. Y, si encima, lo hacen sonriendo y en tono, evidentemente, festivo... más.
La última gran operación contra ETA, ¡la primera en siete años que ha llevado a cabo la Ertzaintza!, ha revelado hasta qué punto es precaria la situación de la banda. El aparato militar, antaño integrado por terroristas peligrosísimos con formación militar en el norte de África o en Oriente Medio, lo forman ahora jóvenes inexpertos, sin más méritos que su entusiasmo por una causa perdida.
De los detenidos ahora, Aitzol Etxaburu, jefe del comando Kresala, reivindicó un atentado (el de Vicolozano en Ávila) con un teléfono móvil que había comprado él mismo en un centro comercial de San Sebastián, por lo que quedó marcado para siempre por la Policía. Otro, Asier Badiola, fue arrestado en un rutinario control de la policía mientras ¡montaba en bicicleta armado con una pistola! (A raiz de esta detención, se pudo localizar a los “amantes de la roja” Rosales y Arístegui). Un tercero, Igor Martín, resultó ser un fanfarrón que alardeaba en público de lo que había hecho en su pueblo, Ondarroa. Su propia novia y colaboradora de ETA, Olaitz Lame, había hecho lo último que se espera de un presunto terrorista: abrirse un perfil en esa ventana abierta al mundo que es la red social Facebook. Seguir su pista era tan fácil como poner su nombre en el Google. Y otro colaborador del comando,
Siempre he considerado que ETA no era más que una organización mafiosa montada para que un grupo de desalmados pudieran vivir como reyes sin dar ni golpe. Esperemos que a raíz de “la foto” los pocos incrédulos que todavía les apoyaban y endiosaban como supuestos “libertadores” de la pátria, se den cuenta de cual es el ideario de estos criminales: juerga, copas, fútbol y bombas.
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