Dominique Lapierre se traslada a Sudáfrica

Acaba de publicarse en nuestro país el último libro de Dominique Lapierre titulado “Un arco iris en la noche”.
Ya sé que la mayoría de ustedes lo conocen, pero no me resisto a contarles mi experiencia con este escritor. Que yo recuerde, el primer libro en serio que leí, una vez abandoné la lectura de tebeos (aunque debo reconocer que nunca los he dejado del todo), fue una novela que escribían conjuntamente Dominique Lapierre y Larry Collins, “El quinto jinete” se llamaba. Trataba de un tema que, por aquel entonces, parecía ciencia ficción pero que los hechos han demostrado que puede pasar cualquier día: la colocación de una bomba nuclear en pleno centro de Nueva York. Siempre les estaré agradecido a estos dos escritores por fomentar en mí el hábito a la lectura, a través de unas páginas repletas de acción y relatadas de una forma sencilla y amena.

Posteriormente, y después de varias colaboraciones, estos dos escritores se separaron, pero Lapierre ya había conseguido que estuviese pendiente de sus obras. Cada libro que publicaba lo devoraba con entusiasmo y su cambio de la novela de acción a los relatos solidarios y humanitarios me hicieron entrar a mi también en ese mundo tan lamentable y, a la vez, tan ilusionante, como es el de la pobreza y las ganas de sobrevivir.

Poco les puedo contar de “La ciudad de la alegría” que ustedes no conozcan. O de la novela “Más grandes que el amor” sobre el SIDA en Nueva York, o de “Era medianoche en Bhopal”, sobre el devastador accidente en una planta química y sus terribles consecuencias sobre la población india o de “Mil soles” en la que nos relata en cortos episodios sus aventuras, siempre amables y humanitarias, por el mundo, o... en fin, no nos cabrían en este blog sus maravillosas obras.
Ahora, y sin que sirva de precedente, abandona su querida India y cambia de continente trasladándose a Sudáfrica. En su nuevo libro, relata la apasionante lucha de un pueblo a través de la historia, desde los primeros colonos boers hasta la liberación de los negros nativos de la opresión del “apartheid”.

A través de las páginas, hace referencia a las guerras de los boers contra los británicos, nombra a los zulúes cortadores de cabezas y a los buscadores de oro y diamantes, pero, sobre todo, habla del apartheid y de cómo un héroe legendario para la historia como Nelson Mandela, logró, después de 27 años encarcelado, que todas las razas se reconciliaran y crearan lo que denominó “un país del arco iris”.
Lapierre quedó fascinado por este hombre, al que ha comparado con Gandhi o con la Madre Teresa de Calcuta y de su ejemplo de cómo superar un odio tan extraordinario hasta conseguir que el veneno abominable que engendró el apartheid haya muerto y sea “irrepetible” según las rotundas palabras del escritor.

En Francia ya ha sido todo un éxito y se espera que ahora en España también lo consiga. Pero la fecha mágica llegará allá por Navidades, cuando el libro salga en inglés y sea vendido en Sudáfrica. Para entonces, Lapierre se acercará para presentarlo y podrá conocer, al fin, en persona a Nelson Mandela.

Como es su costumbre, el escritor francés destina la mitad de los derechos de autor de la obra a ONG´s, en este caso una india y otra sudafricana.
A pesar de no haberlo leído todavía, me arriesgaré a aconsejarles que compren en libro. Estoy casi seguro de que no nos arrepentiremos con la compra.