martes, 7 de octubre de 2008

Premios Ig Nóbel o cómo hacer el ridículo

Durante el mes de octubre se suelen otorgar todos los años los premios Nóbel. Justo unos días antes de conocer a los ganadores, se conceden otros premios, mucho más jocosos, concedidos por la revista científica de humor “Anales de la Investigación Improbable”, los premios Ig Nóbel.


Los ganadores de estos premios son científicos que han publicado en revistas especializadas los resultados de años de investigación, con resultados imposibles pero con métodos rigurosamente científicos.
Los premios este año han estado concedidos a los siguientes investigadores:
- Física: al equipo de Dorian Raymer, de San Diego, que, después de numerosas investigaciones lograron hallar la fórmula matemática que demuestra que el pelo o una pelota de hilos o cuerdas se enredará inevitablemente formando nudos.
- Biología: a los investigadores que demostraron que las pulgas de los perros pueden saltar más lejos que las de los gatos.
- Nutrición: para Maximiliano Zampini, de la Universidad de Trento, que descubrió que los humanos no sabemos distinguir si unas patatas fritas están o no rancias si cuando las comemos crujen fuerte.
- Medicina: al equipo de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, que demostraron que los placebos caros funcionan mejor que la falsa medicina barata.
- Arqueología: al equipo de la Universidad de Sao Paulo que demostró cómo un armadillo puede arruinar una excavación arqueológica.
- Química: a la investigadora Deborah Anderson, de la Universidad de Boston, que descubrió que la Coca Cola destruye los espermatozoides.
- De la paz: al Comité Ético Federal Suizo sobre la Biotecnología No Humana, por adoptar el principio de que las plantas tienen valores morales y dignidad.


En años anteriores, otros ganadores de estos premios fueron el inventor de los flamencos de plástico rosa, el investigador que filmó a un pato azul sodomizando a un macho muerto o un médico que curaba el hipo aplicando masajes anales digitales.
Como ven, he hecho un esfuerzo sobrehumano para no poner en cada premio el comentario que me merece cada investigación.

Ya sé que los premios son de cachondeo. También sé que la labor de los científicos es en ocasiones muy complicada y que muchas veces, los mayores descubrimientos se realizan por pura casualidad (por ejemplo Fleming y la penicilina), pero ¿en qué están pensando cuando publican estos ridículos resultados en revistas científicas? ¿Qué quieren conseguir? Bueno, si lo que quieren es hacernos reír... objetivo conseguido. Aunque yo espero mucho más de los científicos. Ellos, con sus conocimientos, son los que tienen que conseguir que este mundo sea mucho mejor.


Leyendo todo esto, me han venido a la mente las cavilaciones que se hacía mi abuelo. Él se preguntaba muchas veces: ¿con el tiempo y el dinero que gastan los investigadores de todo el mundo, cómo es posible que no hayan inventado el motor que funcione con agua o la curación para todos los tipos conocidos de cáncer?
Si hubiese visto los resultados de estos premios Ig Nóbel, quizás hubiese encontrado la respuesta a sus preguntas.

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