Sus ancestros podrían ser judíos o musulmanes

¿Usted es de los que piensan que todos los humanos somos hermanos o por el contrario tiene ciertas reticencias a la hora de valorar a los integrantes de otras razas o nacionalidades? ¿Ha criticado alguna vez la forma de ser de los judíos o los musulmanes? Si es así, vaya con cuidado, porque es bastante posible que tenga algún vínculo con ellos y, sin saberlo, sus ancestros sean comunes.

Así lo demuestra un estudio realizado por las universidades de Leicester en el Reino Unido y la Pompeu Fabra de Barcelona sobre el cromosoma Y de los ciudadanos españoles. Los datos que arroja la investigación son reveladores: un 10% de los españoles tenemos características genéticas propias de los habitantes del norte de África y un 20% de los judíos sefarditas.
El cromosoma Y sólo está presente en la población masculina y su estudio es muy fiable para conocer los ascendientes, ya que este cromosoma no se recombina en la reproducción y sus característica perduran a lo largo de los años, por lo que los datos obtenidos, cuando se comparan con las poblaciones actuales del norte de África o de los judíos sefarditas, apenas arrojan dudas metodológicas.

Efectivamente, un 30% de la población actual proviene de los vestigios genéticos dejados por ocho siglos de presencia musulmana en España o de muchos más de convivencia judía.
Curiosamente, y en contra de lo que pudiera parecer, donde más abundan los genes

norteafricanos es en la mitad noroeste de la península, mucho más que en la parte sur que fue la última en la que habitaron. Esto tiene su explicación histórica: después de las revueltas moriscas del siglo XVI, la mayoría de ellos fueron deportados a regiones norteñas, con lo que es más fácil encontrar, hoy en día, descendientes de moriscos al lado de la catedral de León que junto a la Alambra de Granada.

Desde que los Reyes Católicos decidieron expulsar a judíos y musulmanes de su Reino, la limpieza de sangre se convirtió en cuestión fundamental para la sociedad española. ¿Saben por qué? Pues porque ser descendiente de cristianos viejos y no de musulmanes o judíos suponía obtener un certificado de ciudadanía de primera.

Afortunadamente, esa discriminación terminó y estas cuestiones parecen ya muy lejanas en el tiempo. ¿O no? ¿No les parece similar esta discriminación a la que ocurre actualmente con los inmigrantes? Aunque parezca increíble, muchos españoles se consideran “de primera” porque han nacido aquí y creen tener más derechos que los ciudadanos inmigrantes solamente por este hecho.
Pronto o tarde, la historia hará justicia y se darán cuenta de su error. Esperemos que no tengan que pasar 500 años para que esto ocurra.