El Apocalipsis del cambio climático pasa por horas bajas

Antes de que cambien de página, me tachen de reaccionario y cataloguen este blog como “no deseado”, sepan que esta frase no la he dicho yo, sino el ex presidente de la Comunidad de Madrid y ex dirigente del PSOE madrileño, Joaquín Leguina.

En una entrada en su blog, que titula igual que este post, Leguina se destapa como uno de los mayores críticos contra la teoría del cambio climático. Considera que el descenso en popularidad del calentamiento global es debido a que “el asustadizo imaginario colectivo” lo ha sustituido “por otro más próximo y palpable: la crisis económica” que es un Apocalipsis “vecino y cotidiano”, “que se ve y se toca”.
Se explaya Don Joaquín en sus manifestaciones y pregunta: ¿cómo es posible prever el cambio climático a veinte años vista cuando las previsiones meteorológicas son incapaces de alertar con una antelación de meses?
Él mismo se contesta reconociendo que su pregunta “es impertinente por reaccionaria y políticamente incorrecta”.

Hombre... supongo que estará un poco resentido con sus antiguos compañeros (tanto de partido como de tendencia política) al haber sido condenado al ostracismo desde hace ya muchos años, pero no es la única voz discordante que ha surgido en contra de la teoría del cambio climático. Muchos son los científicos que ya no ofrecen su apoyo públicamente a la teoría, otros están esperando la más mínima oportunidad para poder escapar de ese entorno catastrofista y algunos ya se atreven a publicar sus estudios científicos que, con los datos obtenidos, contradicen a los seguidores de Al Gore.

Aumentan los estudios científicos que prueban que el techo del calentamiento se tocó en 1998 y que, en la actualidad, lejos de aumentar las temperaturas empiezan a descender.

No les están sentando nada bien a los defensores del calentamiento todos estos datos. Por poner unos ejemplos, podríamos citar a algunos de los más exagerados, como la climatóloga norteamericana Heidi Cullen que ha llegado a recomendar que se revoque la licencia a los climatólogos que expresen dudas acerca del ecoalarmismo. El director del Instituto Goddard de estudios espaciales, James Hansen llega más lejos al querer procesar a los ejecutivos de las petroleras por “crímenes contra la humanidad” si siguen cuestionando “lo que se sabe científicamente” del calentamiento global. Rajendra Pachauri, director del IPCC de la ONU insinuó recientemente que a los científicos que discrepasen de la teoría oficial del organismo que dirige, habría que sacarlos fuera del planeta. Por último, Al Gore suele tachar de locos dignos del mayor de los desprecios a quienes no comulgan con su dogma, denominándolos “revisionistas del clima”. (Por cierto, ¿han visto la imagen de Al Gore cuando le disputó la Presidencia de los Estados Unidos a George Bush y la que tiene ahora? ¡Hay que ver las carencias que padece desde que se dedica “altruistamente” a salvar el planeta!

Se están poniendo nerviosos. Comprueban como cada día aumentan las voces discrepantes, a la vez que observan asustados que sus ingresos (vía donaciones espectaculares de los gobiernos de medio mundo) van menguando por culpa de la crisis.
Se les está acabando el chollo... y lo saben. Pero no se preocupen, encontrarán otro método para ganarse el pan. No lo duden.

Cuidemos el medio ambiente con todas nuestras fuerzas (ya saben, menor derroche energético, menos residuos, disminución de la contaminación y aumento de la inversión y de la concienciación medioambiental) y que no nos amedrenten los defensores del Apocalipsis.

Discúlpenme que no hable bien de esta gente, pero es que no soporto a los que se enriquecen asustando a la humanidad. Qué le vamos a hacer.