martes, 8 de enero de 2008

LIBERTAD DE HORARIOS COMERCIALES


La Comunidad de Madrid ha acordado, a petición de su ayuntamiento, dar permiso para que todos los establecimientos del barrio de Sol, en el distrito centro, puedan abrir todos los domingos del año.
Se ha accedido a este permiso porque esta zona está considerada como de interés turístico. De esta forma, los visitantes podrán efectuar sus compras en este día festivo de la misma forma en que venían efectuándolas el resto de la semana.

Les felicito por la decisión. No hay nada que moleste más cuando uno está de vacaciones que encontrarse todos los comercios cerrados, ya sea porque es domingo, porque son las ocho y cuarto o porque han cerrado a la hora de comer. Sobre todo si están cerrados por imposición administrativa. En esas zonas turísticas debe de haber libertad total de horarios. Ya sabe bien el comerciante a que hora hay turistas y a que hora no, es decir, cuando tiene que estar abierto y cuando no.

Pero yo me pregunto, ¿por qué esta libertad de horarios no se generaliza al resto de España, sean zonas turísticas o no? La razón que argumentan los políticos es que el pequeño comercio se resentiría ya que no tiene el potencial para poder contratar a personal que tienen las grandes superficies. Me parece correcto, pero entonces ¿por qué los obligan a abrir sus tiendas a las cinco ó cinco y media? A esas horas el personal también tiene que estar en las tiendas y dudo mucho que se formen colas para comprar coches, muebles o viviendas a esas horas. Esas cosas se compran los fines de semana ¿a que sí? Los comerciantes saben muy bien a que hora acuden sus clientes. Que les dejen hacer el horario que más les convenga.
Sin embargo hay otros comerciantes que lo que buscan es la comodidad, efectuar sus correspondientes horas y tener los fines de semana libres. Y encima que todos los demás cierren para no perder ventas. A mi también me gustaría que los clientes acudiesen a mi tienda los martes y los jueves de seis a ocho y que me comprasen los artículos más caros para así, con el margen, poder vivir el resto de la semana como un rey. Pero igual no lo consigo.

Los beneficios de la liberalización de los horarios comerciales son enormes. Aumenta la competencia, con lo que se rebajan los precios y se frena la inflación. Se generan puestos de trabajo, ya que incluso el pequeño comercio puede contratar a más personal al aumentar los ingresos. Y, sobre todo, facilita la vida a los consumidores que pueden destinar horas de ocio para hacer compras, haciendo más fácil la integración de la mujer en el mundo laboral (porque al final son ellas las que hacen la mayoría de las compras).

Ya sufrimos bastante los horarios restrictivos en los organismos oficiales y semioficiales como para que también los quieran imponer en los negocios privados. ¿Por qué las administraciones se empeñan en dictarnos los horarios? Ah, si. Porque tienen la manía de que somos como niños pequeños a los que hay que decirles todo lo que tienen que hacer y a qué hora hacerlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como se nota que no has sido dependiente nunca. Seguramente tu disfrutes de los fines de semana libres, festivos y demás días para pasarlos en familia o sin hacer nada. Con las cosas que hay que hacer en la vida es triste que la mayoría de los españolitos en sus días libre nos sepan nada más que hacer que comprar, comprar y comprar, en lugar de ir al campo o disfrutar de una película en su casa. Conociendo este país de quijotes los comercios no contratarían a más personas sino explotarían a las mismas. Que poca soliralidad tiene la gente con el gremio de vendedores, dependientes, auxiliares de comercio... que con un poco de suerte tienen un día libre a la semana... y ahora se lo quiren quitar