En una cosa vamos a estar todos de acuerdo: las guerras se deben de evitar a toda costa. Cualquier conflicto se debe siempre superar por la vía diplomática, de una forma justa y sin derramar una sola gota de sangre.
La guerra que se desarrolla desde hace veinte días en Gaza, lamentablemente, se veía venir. Después de una tregua que, más o menos, se respetó, los movimientos anteriores a las fechas navideñas no presagiaban nada bueno. Hamás anunciaba a bombo y platillo que de ninguna de las maneras firmaría una nueva tregua y dejó bien claras sus intenciones cuando, al día siguiente a la finalización de la misma, lanzó más de cien cohetes contra Israel.
En España... por supuesto que todos estamos, como decía al principio, en contra de la guerra. Pero han sido, una vez más, los artistas progresistas los que con mayor algarabía lo han demostrado. Hecho en falta manifestaciones de este tipo en contra de la banda terrorista ETA, en contra de las ejecuciones sumarísimas en Irán o en China o en contra de la discriminación de la mujer en los países árabes, por poner sólo unos ejemplos.
Pero la hipocresía de Zapatero llega mucho más lejos. Leemos en el blog humanaika, que a su vez recoge una información aparecida en Público los siguientes datos oficiales del Ministerio de Industria: España exportó a Israel en el año 2006 material bélico por valor de 441.335 euros de los cuales el 36% iba destinado a las fuerzas armadas israelíes. En 2007 el valor de estas exportaciones llegó a 1.515.934 euros y sólo en el primer semestre de 2008 ya se había vendido material bélico por valor de 1.551.933 euros, con el agravante de que el 94% de estas armas tenían como destino el ejército israelí.
La guerra que se desarrolla desde hace veinte días en Gaza, lamentablemente, se veía venir. Después de una tregua que, más o menos, se respetó, los movimientos anteriores a las fechas navideñas no presagiaban nada bueno. Hamás anunciaba a bombo y platillo que de ninguna de las maneras firmaría una nueva tregua y dejó bien claras sus intenciones cuando, al día siguiente a la finalización de la misma, lanzó más de cien cohetes contra Israel.
¿Qué buscaban con todo esto? No tiene ningún sentido que un Liliputiense le haga cosquillas a un Gulliver iracundo mientras está durmiendo. La única explicación era que Hamás estaba provocando al estado de Israel.
¿Para qué? Pronto lo veremos, pero para mí, que no tengo ni siquiera nociones de política internacional, las implicaciones de otros países en el conflicto como Irán o Siria, no van a traer nada bueno.
¿Para qué? Pronto lo veremos, pero para mí, que no tengo ni siquiera nociones de política internacional, las implicaciones de otros países en el conflicto como Irán o Siria, no van a traer nada bueno.
La provocación ya estaba lanzada e Israel ha hecho lo que siempre suele hacer: entrar como elefante en cacharrería y responder de forma desmesurada a la citada provocación.
Las reacciones a nivel mundial no se han hecho esperar. Todo el que se precie critica la actitud del estado hebreo. Y con razón. Sin embargo, hecho de menos alguna crítica en contra de los terroristas de Hamás puesto que considero que ambas actitudes son igual de deleznables.
Las reacciones a nivel mundial no se han hecho esperar. Todo el que se precie critica la actitud del estado hebreo. Y con razón. Sin embargo, hecho de menos alguna crítica en contra de los terroristas de Hamás puesto que considero que ambas actitudes son igual de deleznables.
En España... por supuesto que todos estamos, como decía al principio, en contra de la guerra. Pero han sido, una vez más, los artistas progresistas los que con mayor algarabía lo han demostrado. Hecho en falta manifestaciones de este tipo en contra de la banda terrorista ETA, en contra de las ejecuciones sumarísimas en Irán o en China o en contra de la discriminación de la mujer en los países árabes, por poner sólo unos ejemplos.
El domingo, en Madrid, actores como Verónica Forqué, Candela Peña, Hugo Silva, Juan Diego Botto o, como no, Pilar Bardem, salieron a la calle para protestar, no contra la guerra en si, sino contra Israel en particular: Quema de banderas judías, gritos de “asesinos”, acusaciones de “estado criminal”, banderas de Israel con la esvástica nazi, proclamas de “Alá es grande”, “todos somos palestinos”, pedradas contra la embajada israelí... en fin, como pueden comprobar una protesta muy “comedida”.
Nuestro presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero, tampoco se quedó atrás y en un mitin de la precampaña a las elecciones gallegas no dudó en tomar partido por uno de los bandos en un conflicto histórico como es el de Israel y Palestina. A voz en grito, para conseguir aplausos fáciles, tildó la operación en Gaza de desproporcionada, desmedida e injustificable.
¡Hombre! Eso mismo he dicho yo antes, pero yo tengo la excusa de que soy un humilde ciudadano y no el Presidente del Gobierno de un país que ha enviado a su ministro de Asuntos Exteriores a la zona en conflicto para lograr una tregua. ¿Se cree que después de lo del mitin en Israel lo van a recibir con los brazos abiertos?
Pero la hipocresía de Zapatero llega mucho más lejos. Leemos en el blog humanaika, que a su vez recoge una información aparecida en Público los siguientes datos oficiales del Ministerio de Industria: España exportó a Israel en el año 2006 material bélico por valor de 441.335 euros de los cuales el 36% iba destinado a las fuerzas armadas israelíes. En 2007 el valor de estas exportaciones llegó a 1.515.934 euros y sólo en el primer semestre de 2008 ya se había vendido material bélico por valor de 1.551.933 euros, con el agravante de que el 94% de estas armas tenían como destino el ejército israelí.
¿Qué creía Zapatero que iban a hacer con estas armas? ¿Exponerlas en un museo? ¿Cree nuestro Presidente que vender armas a una zona en conflicto permanente favorece los procesos de paz?
Resulta incongruente (por no utilizar otra expresión) lanzar multitudinarias proclamas a favor de la paz para después vender armas a un bando... y, seguramente, al otro también. Esto lo hacían los EEUU a las mil maravillas.
Para convivir en paz hace falta mucho diálogo, pero, sobre todo, no prender la mecha de la guerra.
Resulta incongruente (por no utilizar otra expresión) lanzar multitudinarias proclamas a favor de la paz para después vender armas a un bando... y, seguramente, al otro también. Esto lo hacían los EEUU a las mil maravillas.
Para convivir en paz hace falta mucho diálogo, pero, sobre todo, no prender la mecha de la guerra.
3 comentarios:
me parece genial este tipo de denuncias,criticas,estamos ya hartos de tanta hipocresia mentiras,y del pseudo nombre se socialismo,creo que tanto z.p como toda su turma se han quedado en los patios de la universidad....
A Hamas solo hay que provocarlos con acciones bélicas para que en soledad se pregunten cosas como: ¿por que están aquí? que: ¿quienes los trajeron aquí? ... ¿a quien pidieron permiso para asentarse aquí? y: ¿por que nos ahogan sin piedad, si esta es mi tierra? ...
y lo mas importante ... ¿por que a nosotros no nos venden las mirmas armas que a ellos? ...
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