Talan un bosque gallego sin permiso de su dueña

La dueña de un bosque gallego ha visto con desesperación cómo le han talado una hectárea de sus árboles sin poder hacer nada por evitarlo.
La noticia aparecía estos días en la prensa y nos llenaba de estupor. Se lo cuento brevemente:
Lucía Espinosa es propietaria de siete hectáreas de bosque que rodean su pazo de Cascaxide, en Silleda, Pontevedra. En el monte conviven centenarios robles, pinos de enorme altura junto con un sotobosque valiosísimo de abedules, acebos y jóvenes castaños. Su dueña nunca ha querido cortarlo porque, según sus palabras “es un ejemplo del bosque gallego que ya casi no queda porque ha sido sustituido por plantaciones industriales y especies foráneas”.

Como ya hemos dicho, Lucía es su propietaria, pero otra persona tiene las tierras en usufructo. Esto le permite la explotación tradicional del bosque, como la recogida de leña (del suelo o de árboles secos) y de los frutos. Sin embargo, este año entró en el terreno y taló nada menos que una hectárea. Lo peor es que amenaza con continuar y todo de forma legal. ¿Cómo es posible?

La explicación es muy sencilla, a la vez que repulsiva: el usufructuario solicitó un derecho de corta a la Administración Gallega y lo obtuvo. ¿Cómo? Por silencio administrativo. La ley en Galicia dicta que si la Administración no responde en 15 días a una solicitud de este tipo, el demandante puede darla como concedida tácitamente. Y así, de esta “asombrosa” forma, se están cortando el 90% de los bosques que se talan en Galicia.

No es intención de este blog politizar sobre asuntos ecológicos, pero es que si se tala un bosque por “silencio administrativo”, el culpable ya no es el que lo hace, sino la administración de turno. Así que vamos con nombres: la Xunta de Galicia está gobernada por una coalición entre PSOE y BNG y el Conselleiro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (tiene guasa) es Manuel Vázquez Fernández, que, en este caso, pertenece al PSOE.

Si se les ocurre entrar en la página de la citada “consellería” (si saben gallego, porque en castellano no está; ¡viva la inmersión lingüística!) podrán comprobar el autobombo que se dan con sus maravillosos “logros”. Permítanme que no me crea nada de lo que allí aparece: si no han podido paralizar una tala ilegal de un bosque centenario con la simple denegación de un permiso, ¿cómo van a gestionar el desarrollo sostenible y el medio ambiente en toda Galicia?
Todavía recuerdo cómo Antxo Quintana, líder del BNG y actual vicepresidente de la Xunta, acampó cuando lo del “Prestige” en la “Costa de la Muerte” gallega (ojo: no he escrito limpió, sino acampó). ¡Qué bonito era protestar contra los gobiernos de derechas!
¡Asesinos! les llamaban. Aquello fue un accidente marítimo, gestionado mejor o peor, según quién lo cuente. Esto es un “accidente administrativo”. ¿Cómo se les podría llamar?

“Este Sermau siempre criticando al gobierno”, pensarán ustedes. Bueno, es verdad, pero si no se fían de mí, háganlo al menos del director de Greenpeace en España, Juan López de Uralde, quien dice, en un blog que lleva su firma, que “el actual gobierno está mostrando una pésima actitud y el 2008 ha sido un año perdido para el medio ambiente”. En este caso se está refiriendo al gobierno central.
Lo que no sé es porque, cuando llegan las elecciones, ellos mismos nos aconsejan votar a estos partidos.