Rafael Correa, la emigración y Carod Rovira

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó en una entrevista emitida por una cadena de radio, que es una “cuestión fundamental” que los ciudadanos ecuatorianos que viven en el extranjero regresen a Ecuador para afrontar los problemas que ha generado la crisis mundial en la nación suramericana.
"Les digo, regresen", señaló Correa y apuntó que para él "uno de los más grandes fracasos" de las políticas económicas y sociales de las últimas décadas son los tres millones de ecuatorianos que han salido del país en busca de mejores condiciones de vida.

Indudablemente, le doy la razón al Presidente: que la emigración suponga más de un 20% de la población ecuatoriana sólo puede significar que las cosas no se han hecho bien. Pero, ¿qué les ofrece para que vuelvan? ¿Sólo su deseo? Pues creo que lo va a tener crudo.

Está claro que con la crisis son muchos los inmigrantes que lo están pasando mal en España. Por ello, ya hace tiempo que el gobierno español, en previsión de que decidan volver a sus países pero no lo puedan hacer por falta de dinero, les ofrece a todos los inmigrantes que caigan en el paro, la posibilidad de recibir el pago íntegro de sus prestaciones para que puedan marcharse. Pues bien, tan sólo el 1% de los que se han quedado sin trabajo han tomado esa decisión.
Incluso con la crisis, prefieren quedarse aquí antes que regresar a Ecuador, Colombia, Venezuela, Marruecos o Rumania, porque saben que aquí, en cuanto escampe, pueden tener un futuro, algo que todavía no ven posible en sus países de origen.

Por nuestra parte, y a pesar de que la situación económica es catastrófica, la mayoría de los españoles tampoco queremos que los inmigrantes nos abandonen, sobre todo los procedentes de Sudamérica. Quizás sea por la cultura, o por el idioma, pero sobre todo, porque, en general, son personas trabajadoras, amables y honradas.
Señor Correa, quedan muy bonitas estas proclamas populistas, pero si quiere que sus ciudadanos regresen tendrá que ofrecerles algo más que palabras.

Por cierto, hace poco visitó Ecuador Carod Rovira, líder de ERC y autoproclamado “ministro de asuntos exteriores” de Cataluña. Su misión era, ni más ni menos, que entregar un millón de dólares a la comunidad indígena Shuar.

Lean un extracto que de la visita se publica en la página web El Revolucionario (que se autodefine como "El diario global de la izquierda revolucionaria en lengua española"): “en realidad Carod Rovira se llama José Luis pero que se cambió el nombre a Josep Lluís "en cuanto se convirtió en un secesionista catalanista enemigo de España y la Hispanidad".
“La ayuda a los indígenas tiene un fondo racista innegable ya que Carod odia a España (se odia a sí mismo) y odia a la Hispanidad, o sea, a todos nosotros, los iberoamericanos. La donación solamente se hizo para promover las lenguas indígenas frente al español"
"Esquerra Republicana de Catalunya es un grupo pequeñoburgués, nacionalista étnico, racista, hispanófobo y procapitalismo del bienestar keynesiano".
Y continúan con unas cuantas frases más, algo subidas de tono.

¡Cómo son estos ecuatorianos! ¡Qué pronto han calado al personaje! Yo, por mi parte, no les quitaré la razón.