Sebastián y el decrecimiento económico

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, compareció en el Senado en la sesión de control al gobierno habitual para informar de que "muy pronto" se conocerá el Plan de Prospección Energética 2030 que el Ejecutivo está elaborando.

En su comparecencia se reiteró en la "posición clara" y contraria del Gobierno a la energía nuclear, "no sólo" porque no se ha resuelto el problema de los residuos que genera sino porque resulta "muy costoso" construir nuevas plantas. Ya, como las energías renovables son tan eficientes que no se tienen que subvencionar y nos salen prácticamente gratis...

Sin embargo, lo que más nos preocupa de su comparecencia es su apuesta por el ahorro energético, como alternativa "más rápida y barata". Según Sebastián, las familias y empresas deben reducir un 20% su consumo energético. Lo que no dijo es cómo conseguirlo.
¡Hombre! Con la maldita crisis en que nos han metido ya se está ahorrando mucha energía (empresas que cierran, parados que no consumen gasolina para acudir al trabajo, familias enteras que se duchan con agua fría por no poder pagar el gas...), pero para llegar al 20% de ahorro, la crisis se debería extender durante bastante tiempo y no creo que ese sea el objetivo de Sebastián. Al menos eso espero.
Por lo tanto, ¿cuál es su “plan estratégico” para conseguir ese ahorro?

Esperemos que no se haya leído el reciente estudio estadístico de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos titulado Reproduction and the Carbon Legacies of Individuals puesto que en él se propone abiertamente reducir al mínimo los niveles reproductivos de los humanos para limitar el consumo energético y las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Como lo leen, y no, hoy no es el día de los Santos Inocentes. Proponen limitar el índice de nacimientos a niveles inferiores al índice de mortandad. De este modo, con el tiempo, al existir un mayor número de fallecidos que de nuevos nacidos, el conjunto de la población humana se iría reduciendo poco a poco.
¿Cómo lograrlo? ¿Esterilizando a la mitad de los hombres y mujeres? Esperemos que no nos toque a nosotros.

De todas formas, para que vaya cogiendo ideas, le sugiero al ministro Sebastián que se dé una vuelta por la página web http://www.decreixement.net/ (está en catalán pero a través de Google o de cualquier otro traductor se puede leer en castellano). Esta peculiar web ha encontrado la solución: El decrecimiento como salida a la crisis.
Efectivamente, proponen que la economía decrezca para “avanzar en la soberanía, la sostenibilidad y la justicia social y ambiental”. ¡Hombre! está claro que si decrecemos, gastaremos y ensuciaremos menos, pero con ello ¿se logrará la justicia social? Permítanme que lo ponga en duda.

En esta página melón (ya saben, verde por fuera y roja por dentro) se pueden leer frases tan “originales” como: Hay que salir del capitalismo, menos es mejor, educación libre (siempre que sigan sus tendencias, claro), economía ecológica o huelga a los bancos.
Toda ella está trufada de proclamas en contra del capitalismo, la derecha, los yanquis... en fin, ya saben de lo que hablo.

Las informaciones que allí aparecen son de lo más curiosas. Por ejemplo, nos informan de que la Costa del Montseny acaba de estrenar una nueva moneda, el “ecoseny” (le pones “eco” a cualquier nombre y ya es sostenible y reutilizable, hasta el sucio dinero “capitalista”) que es paralela al euro y que con ella, pretenden establecer su propio sistema económico (¿no les suena a la época de la Guerra Civil?). Lo que no nos dicen es si los trabajadores prefieren cobrar en euros o en “ecosenys”.
También, cómo no, piden la salida inmediata de la cárcel de Enric Durán, ese joven que estafó a los bancos cerca de medio millón de euros y se vanaglorió de ello en las páginas de los periódicos, huyendo luego del país. Pues bien, ahora ha vuelto y lo han detenido. ¿Qué esperaba? ¿Qué no le cogiesen por ser “guay”? Quieren que lo dejen en libertad. ¿Por qué? ¿Por ser de izquierdas y autodenominarse anticapitalista?

Y alguna idea algo más brillante como el “Grupo de Multiplicadores de Agricultura Ecológica” que, a pesar del rimbombante nombre, lo único que pretende es conectar a trabajadores en paro con propietarios de tierras desaprovechadas para que vuelvan a ser cultivadas.

Pero lo que más me choca es la composición en si de la web: siguiendo estrictamente las normas de la extrema izquierda, la página está repleta de zonas prohibidas. “No estás autorizado para acceder a esta sección”.
En un lugar preferente (faltaría más), encontramos el enlace “Donaciones en especie o económicas a la organización”. Lamentablemente para ellos, aun no se ha realizado ninguna donación. Pero animan a que lo hagan.

También existe una página de “intercambio entre usuarios” que, realmente, no pasa de ser un mercadillo de segunda mano. Pero aquí no se “compra” o se “vende”, que comerciar es muy capitalista, aquí se “pide” o se “ofrece”. Ahora bien, eso de que no haya dinero de por medio no se si acabar de creérmelo; igual el que “ofrece” huevos y aves o el que “pide” trabajo como electricista quieren cobrar por ello. No sé.
Por cierto, hay una pestaña titulada “intercambios realizados con éxito” en la que no existe ni una sola anotación. Parece que no va bien la cosa.

Bueno, ya ve, Don Miguel (Sebastián): desde este blog intentamos colaborar con usted y le ofrecemos soluciones “imaginativas” para rebajar el consumo energético. Pero, por favor, por el bien todos los españoles, no nos haga ni puñetero caso.