Casi 7.000 puestos de trabajo se pierden diariamente en España. La cifra pone los pelos de punta y lo malo es que nadie sabe donde puede acabar esta sangría. Vamos listos si nos tenemos que fiar de los que, en teoría, más deberían conocer el problema, o sea, nuestros dirigentes políticos.
Al Ministro de trabajo, Celestino Corbacho, ya le hemos escuchado dar más cifras que a los que cantan los números en el bingo. Como pitonisa no tendría precio. Primero dijo que el paro no superaría los tres millones de desempleados. Luego, que no llegaríamos a los tres millones y medio y que, en ninguno de los casos, nos acercaríamos a los cuatro. Ahora, ante la evidencia de que ya hemos llegado a esa cifra (aunque las estadísticas oficiales hablen de 3.600.000, la cifra real supera los cuatro millones ya que hay muchos parados que no figuran en las listas por estar en “circunstancias especiales”, aunque la realidad es que no tienen empleo), nos sale diciendo que él es de los que no se apuntan al carro de los cinco millones de parados. ¡Menuda forma de dar las previsiones!
Pero su despiste con las cifras no queda ahí: la semana pasada salió diciendo que 300.000 parados no perciben prestaciones por desempleo (con el consiguiente drama social que ello conlleva). Este martes, en un debate organizado por El Mundo y Adecco, ha desvelado que la cantidad es de un millón. ¿A que juega?
Y lo malo es que no ha acertado ni una vez ni la otra, ya que la cantidad real de parados que no perciben ningún tipo de prestación asciende a un millón y medio (es tan fácil como coger los datos de su propio ministerio y restar de la cifra de parados la de personas que cobran prestaciones en España).
Ante tamaña demostración de no tener ni idea de lo que se lleva entre manos, no es de extrañar que la población española (según una encuesta publicada ayer) sea la que más desconfía en toda Europa de sus políticos, de sus instituciones, de sus bancos, de sus empresas...
Ante tamaña demostración de no tener ni idea de lo que se lleva entre manos, no es de extrañar que la población española (según una encuesta publicada ayer) sea la que más desconfía en toda Europa de sus políticos, de sus instituciones, de sus bancos, de sus empresas...
Ante el gran problema que supone el paro, ¿qué se propone como solución?
Las hay muchas y muy variadas, pero todas van a parar al mismo sitio: más gasto público en forma de subvenciones a las empresas para que conserven los puestos de trabajo (aunque no sean productivas y pierdan dinero a raudales) y dar más dinero a los que se han quedado en el paro. Y yo me pregunto: ¿por qué en vez de preocuparse tanto de gastar el dinero con el paro o con las subvenciones no se preocupan de crear políticas activas de empleo que permitan a las empresas aumentar sus plantillas? De acuerdo en que no podemos dejar en la estacada a las personas que no tienen ni para comer, pero también es verdad que no conozco a nadie que prefiera vivir de la caridad antes que ganarse el pan con un empleo decente.
Las hay muchas y muy variadas, pero todas van a parar al mismo sitio: más gasto público en forma de subvenciones a las empresas para que conserven los puestos de trabajo (aunque no sean productivas y pierdan dinero a raudales) y dar más dinero a los que se han quedado en el paro. Y yo me pregunto: ¿por qué en vez de preocuparse tanto de gastar el dinero con el paro o con las subvenciones no se preocupan de crear políticas activas de empleo que permitan a las empresas aumentar sus plantillas? De acuerdo en que no podemos dejar en la estacada a las personas que no tienen ni para comer, pero también es verdad que no conozco a nadie que prefiera vivir de la caridad antes que ganarse el pan con un empleo decente.
Como decíamos, se proponen muchas soluciones. Así, el propio Corbacho no es partidario de ampliar las prestaciones, aunque, como no se puede olvidar a ese millón y medio de personas y como el estado no lo puede asumir, pide a las comunidades autónomas y ayuntamientos “que se impliquen” para “dar una respuesta” a los desempleados sin prestación. O sea, pone la pelota en el tejado de unos organismos que están más quebrados que el propio estado. ¡Buena solución!
Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT (de cuyo inmovilismo en contra del gobierno ya hemos hablado en este blog), también proponen soluciones “originales”: que se aumente el plazo máximo para el cobro de la prestación por desempleo de dos a cuatro años. Ni mención a la creación de empleo.
Sin embargo, los que han puesto el listón más alto han sido los integrantes de la Asamblea de Parados, que se constituyó el pasado 1 de abril en Barcelona con unas 50 personas en paro, a las que se han ido sumando más gente que se encuentra desempleada.
Ni cortos ni perezosos, en su primera concentración en la Plaza de Sant Jaume, han entregado en el Ayuntamiento de Barcelona y en la Generalidad un manifiesto en el que plantean unas “reivindicaciones”. A saber:
- Que la Generalidad no apruebe mas expedientes de regulación de empleo.
- Que se implante obligatoriamente una moratoria en las hipotecas de los parados.
- Que los organismos públicos les proporcionen un empleo digno.
- Una prestación de desempleo indefinida de ¡1.200 euros! al mes.
- Que la Generalidad no apruebe mas expedientes de regulación de empleo.
- Que se implante obligatoriamente una moratoria en las hipotecas de los parados.
- Que los organismos públicos les proporcionen un empleo digno.
- Una prestación de desempleo indefinida de ¡1.200 euros! al mes.
No está mal, ¿verdad? ¿Qué cobrarían antes si ahora piden 1.200 euros por estar en el paro?
De todas formas, mi más “sincero apoyo” a la Asamblea de Parados de Barcelona. En el caso de que lo consigan, pueden disponer de mi puesto de trabajo. Que yo me voy al paro, a cobrar 1.200 euros indefinidos al mes, a no pagar la hipoteca y a pasar el día tomando el sol y leyendo blogs. ¡La ilusión de mi vida!
De todas formas, mi más “sincero apoyo” a la Asamblea de Parados de Barcelona. En el caso de que lo consigan, pueden disponer de mi puesto de trabajo. Que yo me voy al paro, a cobrar 1.200 euros indefinidos al mes, a no pagar la hipoteca y a pasar el día tomando el sol y leyendo blogs. ¡La ilusión de mi vida!
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