España: país de analfabetos digitales

Existe un país en el que sólo uno de cada ocho colegios de educación secundaria tiene más de 10 ordenadores en las aulas ordinarias (en los siete restantes, las computadoras están en las llamadas aulas de informática y su uso sigue siendo excepcional).
Un país en el que sólo uno de cada tres alumnos hace uso de ellas al menos una vez por semana. En el que el 35% de los jóvenes (uno de cada tres) dice que nunca se conecta a Internet en las aulas y solamente uno de cada cuatro lo hace mensualmente y uno de cada cinco una vez por semana. Una minoría del 5% son “privilegiados” y se pueden conectar diariamente.
No hablamos del Congo, Etiopía o Haití. Hablamos de un país que, dicen, se codea con las grandes potencias en esas fastuosas reuniones que sirven para “arreglar” la economía mundial y que se denominan G-20. Hablamos, efectivamente, de España.

Estos datos no me los invento yo, están sacados de un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), encargado por la Fundación Telefónica, que concluye con una dramática conclusión: “ni los docentes saben sacarle partido pedagógico a los ordenadores ni los alumnos los utilizan prácticamente para otra cosa que no sea buscar información”. Eso los que puedan disponer de ellos, claro.

Los propios profesores reconocen lagunas importantes en sus competencias para utilizar estas tecnologías como instrumentos didácticos al servicio del aprendizaje.
Más de la mitad de los docentes no se siente capaz de desarrollar proyectos multimedia con sus alumnos, o de evaluar trabajos realizados mediante estas tecnologías. Y sólo uno de cada tres se siente capacitado para promover grupos de trabajo a través de las nuevas tecnologías o para crear recursos online que puedan ser utilizados en sus asignaturas. Es por ello, que los autores del estudio, Julio Meneses, Josep María Mominó y Carles Sigalés, del Departamento de Estudios Psicológicos y Ciencias de la Educación de la UOC, indican que “la mera presencia de medios informáticos en los centros no conlleva la extensión automática de su uso con fines educativos ni desencadena procesos de innovación docente”.

Sólo un tercio de los profesores considera que las tecnologías de la información ayudan a mejorar los resultados de los alumnos. ¿Cómo van a entregarse a algo en lo que no acaban de creer?
La última frase del estudio es demoledora: “hoy por hoy, la escuela no garantiza ni siquiera una alfabetización digital básica de carácter universal”.

No hace mucho ya avisábamos en este mismo blog (comparándolo con el modelo que se quiere implantar en Gran Bretaña) del peligroso rumbo que lleva el sistema educativo español. Se potencian lenguas minoritarias, muy respetables pero minoritarias, en detrimento de otras, casi universales, como el castellano o el inglés. Sólo se estudia la historia de cada comunidad y se presta poca atención a la geografía, a la ortografía o al desarrollo del cálculo mental. Además (lo corroboramos con este estudio de la UOC) la informática brilla por su ausencia y los alumnos acaban secundaria “analfabetos digitales”. Pero, eso si, saldrán de las aulas siendo unos perfectos ciudadanos por haber estudiado una asignatura denominada “Educación Para la Ciudadanía (EPC)”

¿Cuándo dejarán de utilizar las escuelas para adoctrinar a los alumnos con las ideas políticas del partido en el poder y las dedicarán a enseñar lo que verdaderamente les va a hacer falta a los niños en el futuro? ¿Para cuando el reciclado del profesorado y la realización de exámenes puntuales que demuestren que actualizan sus conocimientos?
El fracaso escolar aumenta año tras año en España. Sin la adecuada educación, la cosa sólo tenderá a empeorar.