miércoles, 2 de abril de 2008

Las ambulancias del Amazonas


Preciosa la iniciativa que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid en plena selva amazónica de Perú.
La región está salpicada de numerosos poblados ubicados en plena selva a los que no se puede llegar ni por tierra ni por aire. La única forma de acceder a ellos es mediante barcas a través del río. Pero, en ocasiones, esas barcas tardan hasta ocho días en llegar al pueblo más cercano con instalaciones hospitalarias. ¿Qué ocurre cuando alguien se pone enfermo? Pues pónganse en lo peor.
El aumento de muertes por malaria alertó a las autoridades locales y les empujó a buscar una solución para disponer de un medio de transporte que prestara cobertura sanitaria y garantizará una evacuación rápida a los enfermos de la región. Así nació el que se denomina “Samur Amazónico”.

¿En qué consiste?
Financiadas por el Ayuntamiento de la capital de España, se llevaron a la zona dos hidroambulancias medicalizadas que atienden a 250 núcleos de las cuencas de los ríos Itaya, Putamayo, Tigre y Marañón. En su primer año de funcionamiento ha atendido a unas 8.000 personas a través de su servicio médico y a su servicio de prevención.
Las dos “ambulancias” - que llevan los nombres de los hospitales madrileños 12 de Octubre y La Paz – llevan un equipo de asistencia integral de salud compuesto por un especialista en obstetricia, un médico, un odontólogo y tres enfermeros técnicos.

Cuando se produce una urgencia, reciben el aviso a través de un sistema de radio que comunica los distintos núcleos o por teléfono vía satélite. En ocho horas, la ambulancia es capaz de realizar una evacuación que antes llevaba días.
Los casos más habituales son las de heridos por machetes, picaduras de serpientes, heridas de bala, malaria o complicaciones en el parto.
El gobierno local colabora con los gastos de combustible y de personal y, visto el éxito que ha tenido en su primer año de vida, se quiere ampliar el servicio a otras cuencas que todavía sufren el problema.

Como decía al principio, preciosa - y efectiva - iniciativa del Ayuntamiento madrileño. A sus habitantes seguro que no les importa que se use parte de sus impuestos en estos menesteres.

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