lunes, 14 de abril de 2008

Que inventen ellos


¿Saben ustedes quién es James Dyson? Pues estoy casi seguro que más de uno tendrá algún producto diseñado por él en su casa.
¿Cuántas veces ha pensado ante el mal funcionamiento de un electrodoméstico que usted podría haberlo diseñado mejor? James Dyson es de esas personas que le gusta hacer que las cosas funcionen mejor.
Desde muy joven ganó premios de diseño y, pasados unos años, llegó un día en que se cansó de trabajar para otros y decidió montar su propio negocio. De sus ideas nacieron carretillas para todo tipo de terrenos, apisonadoras de agua para jardín, vehículos que circulan por tierra y agua... Hasta que un día, en 1979 y mientras limpiaba un garaje de su propiedad, se le ocurrió la idea de fabricar un aspirador sin bolsa. Aunque le costó unos años, al final acabó triunfando y hoy en día, después de numerosos inventos, su empresa es una de las mayores multinacionales inglesas. Un gran ejemplo de un hombre hecho a sí mismo y del que han brotado ideas que hacen que nuestra vida sea más cómoda.

Por supuesto que en la actualidad, Dyson es un hombre muy adinerado, pero esto no le ha impedido seguir con su gran afición: los inventos. A través de la fundación que lleva su nombre, anualmente se conceden unos premios que recompensan a los jóvenes inventores. Les resumo quienes han sido los ganadores de este año.
El primer premio se lo ha llevado un británico que ha presentado una chaqueta para ciclistas. Su principal atractivo es que utiliza unos sensores que se activan por el movimiento; cuando acelera el ciclista, los LED que incorpora se iluminan de verde y al frenar, de rojo. ¡Imagínense lo fácil que se lo pone a los conductores que van detrás para saber lo que va a hacer el ciclista que llevan delante! Seguridad con mayúsculas.
El segundo premio se lo llevaron unos estudiantes canadienses que, también dentro del mundo de la bicicleta, idearon un sistema para poder frenar con una sola mano. El invento está enfocado a personas con discapacidad.
En esta ocasión, no se hizo realidad la famosa (y antigua) frase española de “que inventen ellos” y el equipo español quedó entre los finalistas con un invento muy práctico; una placa de inducción que, mediante sensores electrónicos, reconoce el diseño y el tamaño de la sartén o cazuela con la que se va a cocinar. De esta forma, sólo se utiliza la energía necesaria y no se pierde nada.

En estos premios se tienen en cuenta la funcionalidad de sus diseños, su aplicación ergonómica, la innovación, la inteligencia del diseño, el impacto visual y estético y la filosofía que conlleva.
Afortunadamente para todos, Dyson tiene seguidores que conseguirán que nuestras vidas sean más fáciles, sencillas y seguras en el futuro. Bienvenidos sean los inventores.

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