Andamos preocupados en los países occidentales por la crisis económica que se nos avecina. En España, por ejemplo, vivimos asustados porque el PIB del primer trimestre ha sido tan sólo del 0,3, el IPC continúa por las nubes en el 4,2 y el paro está creciendo de forma imparable al igual que lo hacen las cuotas de las hipotecas. Estamos cansados de acudir a las gasolineras para que nos atraquen y para el verano nos espera una subida del recibo de la luz de más del 10%. En agosto nos iremos de viaje o al apartamento de siempre (¡faltaría más!), pero no estamos seguros de si podremos salir a cenar tantas veces como el año anterior. Ya se sabe: hay que recortar gastos.
Benditas preocupaciones.
Benditas preocupaciones.
¿Pero que dice éste? ¿Está loco?
No, no lo estoy. Es que acaba de caer en mis manos el último informe sobre el estado mundial de las madres de la organización Save the Children. Y resulta escalofriante. Aquí les dejo algunos datos:
En Níger, la esperanza de vida de una mujer es de 45 años. Sólo un 4% utiliza algún método anticonceptivo y, de entrada, saben que a lo largo de su vida perderán a algún hijo, ya que un 25 % de los niños mueren antes de cumplir los cinco años. Dato que no es de extrañar, ya que sólo un 33 % de los partos son atendidos por personal especializado.
En Etiopía sólo existe un médico por cada 33.000 habitantes y, casi exclusivamente, residen en ciudades, cuando la población etiope vive en un 85 % de los casos en zonas rurales. El 94 % de los partos tiene lugar en casa y uno de cada ocho niños muere antes de llegar a los cinco años.
En los países en vías de desarrollo, más de 200 millones de niños menores de cinco años no tienen acceso a la sanidad básica cuando la necesitan y más de 26.000 niños mueren cada día por enfermedades fácilmente prevenibles o tratables.
Otro dato, en este caso referido a la discriminación por sexo, es la diferencia de supervivencia entre niños y niñas en la India y China. Por cada cinco niños que mueren menores de cinco años perecen ocho niñas. Sabida es la preferencia por el hijo varón que se tiene en estas culturas, pero de ahí a que en la India se “pierdan” anualmente 500.000 niñas por abortos selectivos o que en China hayan “desaparecido” en los últimos 20 años más de 35 millones de niñas, media un abismo.
¿Quieren que comparemos estos datos con España? Aquí, mueren 4 niños menores de cinco años de cada mil nacimientos. Está claro que, salvo alguna rara excepción, el 100% de los partos son atendidos por personal especializado y en hospitales y, por supuesto, no existe discriminación por sexo a la hora de nacer. Por último, la esperanza de vida de las mujeres supera los ochenta años.
Y eso que España ocupa el puesto número 12 a nivel mundial. La diferencia entre los países ricos y pobres se acrecienta día a día, a pesar de los numerosos programas de colaboración que promueven los países desarrollados y organismos internacionales como la ONU. Alguien o algo falla.
No podemos olvidar los problemas económicos que nos acechan día a día. Está claro que sólo con economías desarrolladas se puede conseguir el bienestar que buscamos todos. Pero no dejemos de pensar en esos países menos favorecidos. Ayudémosles. Nos necesitan.
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