Fregona 2.0

Seguro que muchas de nuestras lectoras más veteranas, todavía recordarán aquellos tiempos en los que fregar el suelo era un suplicio insufrible. Se cogía la bayeta, mopa o como se llamase, se empapaba de agua con detergente y, de rodillas por los suelos, se iba limpiando toda la casa. Es más que comprensible que la llegada de este invento se acogiese con los brazos abiertos y que a su creador, prácticamente se le erigiese un monumento en cada pueblo de España y del mundo entero.
Estamos hablando de Emilio Bellvis Monteano, porque el inventor es español, que hace exactamente 50 años creó el sistema de fregado con escurridor. Un artilugio, que hoy nos parece incluso sencillo y difícil de comprender que no se hubiese inventado antes, cambió la vida de las mujeres de la época (pocos hombres iban por aquellas fechas de rodillas por la casa limpiando). Yo creo que, junto con la lavadora, que evitaba fregar a mano toda la ropa, y el frigorífico, que evitaba tener que ir a comprar a diario, ha sido uno de los inventos que más a contribuido a mejorar la vida de las amas de casa.

Para conmemorar tal efemérides, la empresa Bellvis ha creado un nuevo método de fregado, el sistema Embell. Y por los datos que aportan, promete ser una nueva revolución en el campo de la limpieza del hogar.
Este nuevo sistema permite limpiar siempre con agua limpia. El principio parece sencillo, ¿verdad?. Pues tampoco se había inventado antes.
Ya no se tiene que acudir en repetidas ocasiones a cambiar el agua sucia del cubo, ya que al usar siempre agua limpia, se duplica la superficie que podemos limpiar con la misma cantidad de agua. Lógicamente, el suelo limpio dura más días.
La altura del escurridor se ha pensado para que la espalda deje de sufrir cada vez que se escurre la fregona. Incluso el propio sistema presiona el mocho, con lo que la fuerza que tenemos que hacer es menor.
Usar siempre productos limpios deja libre de gérmenes y suciedad las superficies, evitando propagaciones de virus y enfermedades.
Resumiendo, la fregona 2.0 consigue ahorrar gran cantidad de agua y de productos desinfectantes, alarga la vida útil del mocho, desinfecta más y, encima, nos hace ahorrar tiempo y esfuerzos.
Quizás el único pero que se le puede poner sea el precio, un tanto elevado, sobre 180 euros, pero cuando lo compremos, podemos pensar en otras cosas inútiles que compramos y que nos cuestan más dinero. ¿Se les ocurre algún ejemplo?