Jennifer López en Ciudad Juárez

Se ha presentado en Ciudad de México la película Bordertown. Protagonizada por Jennifer López cuenta entre sus estrellas más destacadas con Antonio Banderas y las mexicanas Maya Zapata y Zaure Silvia Gutiérrez.
La película traslada al mundo del cine la tragedia que se vive en la localidad mexicana de Ciudad Juárez (fronteriza con Estados Unidos) desde hace 15 años donde más de ¡400 jóvenes! han sido asesinadas.
Jennifer López, que no pudo acudir a la presentación debido a su reciente maternidad, dejó escrito un discurso que fue leído por el director de la película, Gregory Nava. En él hacía un homenaje a las madres de las víctimas: “Amigas, admiro su valentía y su esfuerzo para lograr justicia y deseo que mi participación en la película ayude a su causa” decía la actriz, y añadía “ahora que soy madre sólo puedo sentir más admiración hacia las madres de Juárez, no puedo ni siquiera imaginar lo que han sufrido”.

Y es que el drama es tremendo. ¿Se imagina que en su ciudad fuesen asesinadas más de dos jóvenes al mes sin motivo aparente? Jack el Destripador se hizo famoso por asesinar a “sólo” seis mujeres.
No me puedo creer que la policía mexicana no haya parado esto hace ya mucho tiempo. Con 400 muertes deben existir pistas de los asesinos para dar y tomar. ¿O es que por ser mujeres no se hace todo lo que se debería?
Existen varias teorías sobre quienes pueden ser los autores; se piensa que pueden ser asesinos seriales, que influya la violencia familiar, que se deba a la filmación de películas “snuff” o a rituales satánicos y, por último, se piensa que los hayan cometido imitadores. Como pueden comprobar, la policía no tiene ni idea, ¿o si?. No me extrañaría que la próxima teoría fuese que el famoso Jack hubiese resucitado.

Las mujeres mexicanas, y por extensión todos los ciudadanos, merecen que las autoridades se desvivan para encontrar a los asesinos. Menuda racha llevan: los crímenes provocados por el narcotráfico (como ya reflejábamos aquí), la matanza de jóvenes en Ciudad Juárez... y el gobierno mexicano ¿qué hace?
Poco, me temo. Y si no me creen, lean las declaraciones del director de la película cuando denunció que su equipo recibió amenazas de las autoridades locales y que incluso uno de sus asistentes fue secuestrado y torturado para que diese datos sobre la producción. Incluso tuvieron que rodar parte de la película en la norteña localidad de Nogales para no arriesgar a sus actores.
¿Qué esconden las autoridades locales de Ciudad Juárez? ¿Acaso “sospechan” quienes son los asesinos?