jueves, 22 de mayo de 2008

Masacre indígena


La comunidad Zo´é es una tribu de indígenas de Brasil que estuvo a punto de desaparecer en el año 1987. Unos años antes, miembros de la Misión Nuevas Tribus, una organización misionera fundamentalista de EEUU (si, parece ser que también hay fundamentalistas entre los misioneros) decidió establecer contacto con estos indígenas para convertirlos al cristianismo.
Es decir, se tomaron la libertad de decidir por ellos y llegaron a la conclusión de que ya hacía demasiados milenios que vivían de esa forma tan primitiva, que seguramente no serían felices con sus costumbres ancestrales y que tenían que cambiar a los valores del cristianismo. Como pueden comprobar, un razonamiento de lo más lógico.
Durante los años 1982 a 1985 los estuvieron bombardeando desde avionetas con regalos, hasta que en 1987 instalaron un campamento cerca de la comunidad Zo´é y contactaron con ellos. Poco después, 45 de los indígenas murieron de epidemias de gripe, malaria y enfermedades respiratorias contagiadas por los misioneros. Los Zo´é no habían sufrido nunca estas enfermedades y no poseían anticuerpos.
¿Ha mejorado el respeto desde entonces hacia los pueblos indígenas? En absoluto. Hace unos pocos meses ya publicábamos aquí la triste historia de otro pueblo indígena que había sufrido de los mismos males por culpa de una cadena de televisión que quería hacer un reportaje de estos habitantes de la selva amazónica.

Viene todo esto a cuento de que la ONG Survival ha lanzado una campaña para intentar salvar de la extinción a todos estos pueblos indígenas. Como bien recogen en él, los pueblos indígenas son más de cinco mil grupos étnicos diferentes y más de 300 millones de personas. De estos, cerca de 150 millones viven en sociedades tribales amenazadas a pesar de que sus derechos territoriales han sido ampliamente reconocidos. Sin embargo, estos territorios cada vez son más pequeños, y con menos recursos naturales, debido a la presión de diferentes gobiernos y empresas que hacen oídos sordos a esos derechos y que se escudan para perpetrar sus fechorías en que actúan en nombre del progreso. ¿Alguien les ha preguntado a los indígenas si querían progresar?
Es un lento genocidio silenciado por gobiernos que en la mayoría de los casos son totalitarios o populistas, pero eso si, siempre corruptos.

Para quien se quiera unir a esta iniciativa, no duden en visitar la página web de Survival.
Quizá aún lleguemos a tiempo de salvar a la tribu de los Akuntsu, en el estado brasileño de Rondônia, aunque no podemos perder el tiempo: ya sólo quedan seis de sus integrantes con vida. Hasta esos extremos se está llegando.

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