Estremecedoras las noticias que nos llegan desde Misiones en Argentina, provincia fronteriza con Brasil y Paraguay, muy conocida por esa maravilla de la naturaleza como son las cataratas de Iguazú.
Misiones es una de las regiones más pobres de Argentina. Se calcula que el 37% de los habitantes vive bajo el umbral de la pobreza y que el 40% de la población son menores de 14 años, la mayoría de ellos pobres.
La justicia argentina otorgó en adopción a casi 500 niños durante el año pasado, pero es imposible saber a ciencia cierta cuantos niños cambiaron realmente de familia, debido al incipiente mercado negro de bebés.
Según la ley, los padres biológicos pueden elegir a quien entregar su hijo y los padres adoptivos deben respetar los apellidos del niño. Sin embargo, los jueces suelen privilegiar la entrega directa, saltándose los trámites de inscripción del Registro Único de Aspirantes a la Adopción, de los niños desde los padres biológicos a los adoptivos. Es decir, la venta de un bebé al mejor postor.
Hay que aclarar, que en el país, la venta de menores no es delito, aunque si lo es la supresión de identidad. Increíble, ¿verdad?
Según el periódico argentino Clarín, lo que es imposible cuantificar es la cantidad de niños que se venden con supresión de identidad. Cientos de parejas del resto de Argentina acuden anualmente a Misiones para “adoptar” a un niño. Amparándose en la pobreza extrema de la región y en la necesidad de buscarle un futuro mejor al recién nacido, la venta está, más o menos, favorecida. Esta situación da lugar a una intermediación económica que utilizan redes y grupos creados para negociar con la vida y la situación de reproducción de madres vulnerables.
La corrupción ha llegado a tal extremo que de los 12.000 dólares que tiene que pagar la pareja adoptiva, la madre biológica apenas percibe 1.200. El resto... para las mafias.
En la región todos conocen la situación, desde los hoteleros que alojan a las parejas procedentes de fuera, hasta los que las conducen a los barrios pobres, pasando por los responsables de las clínicas donde tienen lugar los partos. Incluso hay embarazadas que son llevadas hasta Buenos Aires a la hora del parto. Luego, dejan allí a su bebé y se vuelven a Misiones.
Pero, ¿es que no se dan cuenta las autoridades argentinas que con estos métodos no hay forma de saber adonde van a parar esos bebés? ¿Y si los sacan del país? ¿Y si los utilizan para el tráfico de órganos? ¿Y si caen en una red de pornografía infantil?
Menuda forma de proteger a sus ciudadanos. Es totalmente impropio de un país civilizado, aparte de estar violando innumerables puntos de la Declaración de los Derechos de la Infancia, aprobados por todos los países en la sede de las Naciones Unidas.
Es que no salgo de mi asombro, ¿cómo puede estar permitida la venta de niños en Argentina?
2 comentarios:
Hola:
Paso para avisarte que ya esta corriendo la campaña de publicidad por participar en el concurso de gstriatum.com
http://www.gstriatum.com/blog/2008/10/09/campana-10000-impresiones-activa-felicidades-participantes/
AYUDEMOS A LOS NIÑOS Y BEBES QUE SON EL FUTURO DE NUESTO PAIS
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