domingo, 29 de marzo de 2009

Resultados pobres de “La hora del planeta”

A las ocho y media de la tarde de ayer, y durante una hora, en todo el mundo se produjo un apagón simbólico de las luces para llamar la atención sobre el cambio climático.

La campaña, llamada “La Hora del Planeta” y auspiciada por la ONG internacional WWF, pretendía animar a los ciudadanos a hacer un uso más responsable de la energía. Las autoridades de 4.000 ciudades y algunas de las mayores compañías mundiales se sumaron al apagón global.
Pocos administradores públicos quisieron estar fuera de un gesto inocuo y muy rentable a nivel de imagen. Así, llegadas las ocho y media, monumentos y edificios tan emblemáticos como el museo Guggenheim, en Bilbao; la Sagrada Familia, en Barcelona; la Puerta de Alcalá, en Madrid; la Plaza del Pilar, en Zaragoza; el Acueducto, en Segovia; la Giralda, en Sevilla; la Alhambra, en Granada y el Palau de la Música, en Valencia y a nivel internacional el estadio olímpico de Pekín, el Museo del Louvre, Notre Dame o los Inválidos en Paris, el Atomium en Bruselas, el Coliseo de Roma, el Puente del Rialto en Venecia, la Torre de Pisa, el Empire State en Manhattan, el Golden Gate en San Francisco, la Torre Sears en Chicago o el Big Ben en Londres apagaron sus luces monumentales y permanecieron una hora en la penumbra. Incluso algunas cadenas hoteleras como Marriott, Ritz-Carlton y Fairmont dieron velas a sus huéspedes para recordarles la iniciativa.

Ya sabemos que se trataba de un gesto simbólico para tratar de concienciar a la población sobre el ahorro energético y el tan nombrado cambio climático y que, por lo tanto, sus resultados no servían para reducir los consumos globales, pero, ¿qué resultados objetivos obtuvo esta iniciativa?
Para empezar, aclarar que todos los medios de comunicación se hicieron eco de ella durante dos días y los medios en Internet lo destacaron en sus páginas durante el transcurso de la hora. Es decir, una gran parte de la población era conocedora de la iniciativa o, al menos, sabía algo de ella.
Por otra parte, se celebraba en sábado por la noche, es decir, un momento de la semana en el que la mayoría de las empresas están cerradas y en el que el consumo, relativamente pequeño, está provocado exclusivamente por los ciudadanos en sus casas y por las iluminaciones en las ciudades, ya sean públicas o de negocios.

Si la población hubiese estado concienciada, habría apagado las luces en sus casas y, puesto que eran parte principal en el consumo a esa hora, éste se habría reducido considerablemente. ¿Ocurrió esto realmente? Juzguen ustedes mismos el seguimiento que obtuvo la iniciativa: según Red Eléctrica Española, el consumo se redujo ¡en un 1%! O sea, más o menos, lo que dejaron de consumir las luces ornamentales de los edificios emblemáticos que los políticos de nuestras ciudades se apresuraron a apagar para publicitarse en los noticiarios. La gente en sus casas no apagó ni la luz del pasillo. Y esto mismo, por lo que hemos podido leer, ocurrió en el resto del planeta ¿En serio nos quieren hacer creer que el “cambio climático” preocupa a la población?

Que se desengañen los grupos ecologistas, el chollo del cambio climático está dando sus últimos estertores con la llegada de la crisis económica. La población ya tiene suficiente con llegar a fin de mes como para preocuparse por el clima que hará dentro de cien años en el planeta y si ahorran energía, es simplemente porque no pueden pagarla y no por las proclamas de los profetas del Apocalipsis climático.

El planeta necesita que sus habitantes se conciencien de que tienen que cuidarlo, de que no se pueden despilfarrar sus recursos ni contaminarlo por que si. ¿Por qué en vez de asustarlos con el cambio climático no les aconsejan sobre el beneficio económico que el ahorro energético tendría en sus bolsillos?

Por cierto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, afirmó al concluir la jornada: «Los ciudadanos nos han mandado un mensaje claro: quieren acción contra el cambio climático». ¿En qué se basaba para afirmarlo? ¿Dónde estaba durante esa hora? Si este es su secretario general, imagínense para lo que aprovecha la ONU.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente análisis y reflexión. Es hora de que la gente vea que este tipo de campañas hacen más bien que mal. Estamos pagando un alto precio por idiotizar a la sociedad, creo que ha llegado la hora de cambiar eso.

En estos momentos estoy agregando el link a esta nota en un post que realicé el año pasado, que va en la misma línea de lo que hablas y quiero que la gente lo lea.

Saludos y suerte!
PLPLE

Sermau dijo...

Gracias por tu comentario.
En el fondo se que los ecologistas lo hacen todo con buena voluntad, pero lo que no soporto es que traten a toda la sociedad como si fuesemos niños, asustándonos y riñéndonos.
Saludos.

Anónimo dijo...

Mi conciencia si queda tranquila, en mi casa estuvimos una hora con linternas y velas.
Pienso que la gente aun no esta concienciada de lo que le esta ocurriendo a nuestro planeta, que simplemente se dedica a cuidar su propio ombligo sin ningun tipo de miramiento hacia lo que les rodea...al final pagaremos justos por pecadores

i-kun! dijo...

Lo que pasó en tu país no es lo mismo que pasó en el resto del mundo... los resultados pobres son solo en tu ejemplo, investiga un poco más, en el Perú 8 millones de personas apagaron sus luces (el 15% de la población) y la reducción de energía fue de 18%... las espectativas de la WWF se cuadriplicaron en los resultados, asi que la campaña fue todo un exito.

Sermau dijo...

Iván. Me alegro de que en Perú se hiciese un amplio seguimiento de "la hora del planeta" pero, desgraciadamente, en el resto del mundo no fue así. Al menos, eso es lo que publicaron numerosos medios de comunicación de muchos países y de diversas tendencias políticas, porque yo, como comprenderás, no estuve allí.
Y que conste que no me alegro en absoluto de que no tuviese éxito.

Por cierto, investiga un poco más, porque si 8 millones es un 15% de la población, significa que Perú ya tiene más de 53 millones de habitantes y eso... me parece que no es así.
Saludos.

Unknown dijo...

Hola. Me gusta que en el mundo se realicen campañas de este tipo (yo me uní a ella), lo que aun no me convence es que se está enfocando solo en una pequeña parte del problema, ya que no se está teniendo en cuanta la desinformación que estamos recibiendo de los medios, que nos ocultan realidades.
No se tocan las fallas en el sistema educativo mundial que genera un pueblo ignorante.
No escuche en ningún punto de este movimiento el proyecto HAARP, que según entiendo tiene una capacidad ENORME de calentar la tierra. Y creo todas esta y muchas más, son la causa de que nuestro pobre planeta este tan contaminado.

Hay una frase que leí, y que me gusto mucho: “Si tiramos basura y contaminantes a nuestro planeta, cuando este se llene ¿ A dónde lo vamos a tirar?”

Un saludo, y recuerden que es el único planeta que tenemos, nosotros no podemos vivir sin él.