A principios del mes de Noviembre se celebró en un pueblo deshabitado de California la edición de la Darpa Grand Challenge 2007 de coches robotizados.
¿En qué consiste esta carrera? Es una competición destinada a coches que circulan sin conductor.
¿Son coches de juguete? Pues no. Los coches son de calle, exactamente iguales que los que circulan por nuestras ciudades pero equipados con costosísimos equipos de navegación por satélite, cámaras, radar y láseres. Todos estos dispositivos envían la información que recogen a un ordenador central que es el encargado de dar las órdenes al vehículo sobre que camino seguir, controlando desde la dirección hasta la aceleración más idónea en cada momento.
Esta carrera está patrocinada entre otros por el Departamento de Defensa de EEUU. Su interés está claro: quieren que un tercio de sus vehículos de suministros estén robotizados en el 2015 para mantener a sus soldados fuera de peligro. Sin embargo, y pese al interés inicial militar, ya sabemos que todos los adelantos que se prueban en este tipo de competiciones, tarde o temprano, llegan a los consumidores, ayudando en la conducción y contribuyendo a mejorar la seguridad y la comodidad.
Si todos los vehículos que circularan por las carreteras estuviesen robotizados se evitarían la mayor parte de los accidentes, aparte de conseguir unos consumos de carburante ajustados y una ocupación de las vías correcta.
¿Les gustaría poseer un coche de estas características? Muchos contestarán que sí. ¿Se imaginan llegar hasta su puesto de trabajo todas las mañanas sin haberse alterado en ningún momento con otros conductores? ¿Oyendo música, viendo una película o informándose a través del terminal de Internet de su vehículo? Por lo menos para mí sería un auténtico placer. También habrá otros muchos a los que les gustará la sensación de conducir y que la máquina responda a lo que él les mande. Sobre gustos...
De todas formas, si no saben si les gustaría o no, no se preocupen. Aunque mejoran cada día, estos vehículos están todavía un poco verdes. En la competición a la que hacemos referencia, los vehículos debían recorrer 100 kilómetros y se premiaba tanto la velocidad como la seguridad. Participaban 11 vehículos de los que sólo llegaron 6 y, aunque uno de los objetivos era llegar sin una abolladura, daba pena ver en las condiciones que llegaron los supervivientes. Pero bueno, la cosa va por ese camino.
Por cierto, ganó un Chevrolet.
- Yo tuve una moto que era ecológica hace muchos años.
- ¿Y cómo funcionaba, Don Graciano? ¿Con electricidad?
- Que va. Tenía unos pedales que servían para ayudar en caso de necesidad al motor. Pero entre que cuesta abajo la paraba para ahorrar gasolina y cuesta arriba no iba si no la ayudabas, me pasaba todo el día pedaleando. Eso si, consumía menos que un mechero.
¿En qué consiste esta carrera? Es una competición destinada a coches que circulan sin conductor.
¿Son coches de juguete? Pues no. Los coches son de calle, exactamente iguales que los que circulan por nuestras ciudades pero equipados con costosísimos equipos de navegación por satélite, cámaras, radar y láseres. Todos estos dispositivos envían la información que recogen a un ordenador central que es el encargado de dar las órdenes al vehículo sobre que camino seguir, controlando desde la dirección hasta la aceleración más idónea en cada momento.
Esta carrera está patrocinada entre otros por el Departamento de Defensa de EEUU. Su interés está claro: quieren que un tercio de sus vehículos de suministros estén robotizados en el 2015 para mantener a sus soldados fuera de peligro. Sin embargo, y pese al interés inicial militar, ya sabemos que todos los adelantos que se prueban en este tipo de competiciones, tarde o temprano, llegan a los consumidores, ayudando en la conducción y contribuyendo a mejorar la seguridad y la comodidad.
Si todos los vehículos que circularan por las carreteras estuviesen robotizados se evitarían la mayor parte de los accidentes, aparte de conseguir unos consumos de carburante ajustados y una ocupación de las vías correcta.
¿Les gustaría poseer un coche de estas características? Muchos contestarán que sí. ¿Se imaginan llegar hasta su puesto de trabajo todas las mañanas sin haberse alterado en ningún momento con otros conductores? ¿Oyendo música, viendo una película o informándose a través del terminal de Internet de su vehículo? Por lo menos para mí sería un auténtico placer. También habrá otros muchos a los que les gustará la sensación de conducir y que la máquina responda a lo que él les mande. Sobre gustos...
De todas formas, si no saben si les gustaría o no, no se preocupen. Aunque mejoran cada día, estos vehículos están todavía un poco verdes. En la competición a la que hacemos referencia, los vehículos debían recorrer 100 kilómetros y se premiaba tanto la velocidad como la seguridad. Participaban 11 vehículos de los que sólo llegaron 6 y, aunque uno de los objetivos era llegar sin una abolladura, daba pena ver en las condiciones que llegaron los supervivientes. Pero bueno, la cosa va por ese camino.
Por cierto, ganó un Chevrolet.
- Yo tuve una moto que era ecológica hace muchos años.
- ¿Y cómo funcionaba, Don Graciano? ¿Con electricidad?
- Que va. Tenía unos pedales que servían para ayudar en caso de necesidad al motor. Pero entre que cuesta abajo la paraba para ahorrar gasolina y cuesta arriba no iba si no la ayudabas, me pasaba todo el día pedaleando. Eso si, consumía menos que un mechero.
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