miércoles, 7 de noviembre de 2007

LA CASPA SENTENCIADA


Quién no tenga problemas con la caspa que levante la mano.
Si me han hecho caso, en estos momentos la mitad de los que me leen habrán levantado la mano. Para la otra mitad que sí tiene problemas, entre los que me incluyo, se acaba de realizar un importante avance en la lucha para acabar con ella.
Científicos de la Universidad de Ohio junto con expertos de la multinacional Procter & Gamble han descifrado el genoma del hongo que lo provoca (arriba en la foto). El bicho, llamado “Malassezia globosa”, produce ocho enzimas llamadas lipasas y tres fosfolipasas.
Las primeras metabolizan las grasas que secretan las glándulas sebáceas del cuero cabelludo. De esta forma provocan un aumento del ritmo al que mueren las células y hacen que se desprendan en grandes bloques. O sea, la caspa. (Estarán conmigo en que es odioso el maldito hongo). Las segundas son las que digieren el aceite del cuero cabelludo.
Una persona sin este problema renueva sus células una vez al mes. Los que si lo tienen
las renuevan cada 15 días. Es este el motivo por el que se genera el dichoso polvillo blanco.
Con el descubrimiento del genoma del antipático hongo se abren muchas posibilidades de acabar con el problema. Incluso se habla de un nuevo champú genético que sea más eficaz contra él.
Ya sé que los que padecemos la caspa no estamos en peligro de muerte por ello pero, ¿cuántas veces se han sonrojado cuando la han visto aparecer sobre sus hombros?, ¿cuánto pagarían por desterrarla definitivamente de sus cabezas?
Esperemos que no tarden mucho en estudiar al “bichito” y encontrar el ”antídoto”.


- Don Graciano, ¿usted ha llevado alguna vez el pelo largo?
- ¿Largo? Nunca. Es más, durante mi época de escolar y luego en la mili lo llevaba casi al cero por culpa de los malditos piojos.
- No hay mal que por bien no venga. Así no tenía caspa y encima se ahorraba champús, gominas y hasta peines.

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