MADE IN GREEN

Estamos cansados de decir y oír siempre lo mismo a la hora de comprar un tejido: “esto lo hacen en Asia por cuatro céntimos. Van a acabar con nuestras industrias. Allí pueden hacerlo más barato porque tienen a sus empleados semiesclavizados y encima sus industrias contaminan y no hacen nada por evitarlo”. Sin embargo, continuamos comprando textiles asiáticos, sobre todo por dos motivos: porque efectivamente son más baratos y porque, aunque queramos evitarlo no podemos ya que camuflan sus marcas como si fuesen occidentales.
Para solucionar este y otros muchos temas ha nacido la etiqueta “made in green”. ¿En qué consiste? El Instituto Tecnológico Textil Aitex ha creado este “sello verde” de calidad total. Su funcionamiento es bastante similar a las ya famosas certificaciones ISO. Cualquier empresa textil, ya sea de tejidos para confección de prendas como de tejidos para la decoración del hogar (tapicería, cortinas, etc.), puede presentar su solicitud ante este organismo y ellos, después de comprobar que cumplen con los requisitos, certifican que esta empresa es merecedora de poder utilizar este certificado.

¿Cuáles son los requisitos? Fundamentalmente son tres: que en el proceso de producción no se utilicen sustancias nocivas, que las fábricas respeten el medio ambiente y que se cumplan los derechos fundamentales de los trabajadores y los derechos humanos. Las empresas tienen que demostrar que cumplen con estos requisitos mediante la presentación de numerosos certificados emitidos por organismos oficiales o por empresas privadas de reconocido prestigio.

Si nosotros, como consumidores finales, exigimos a la hora de comprar un producto que éste lleve el sello “made in green” nos aseguramos que no lo hayan fabricado unos pobres niños de Malasia, con jornadas de trabajo de 14 horas, que no se hayan utilizado colorantes con componentes cancerígenos en la preparación de las telas o que las fábricas que lo hayan elaborado no suelten cantidades ingentes de CO2 a la atmósfera, por poner sólo unos ejemplos. Y no sólo existen estas fábricas en el lejano oriente; aquí también las hay. A partir de ahora las podremos distinguir.
Pero, ¡cuidado!, esta no es una medida para impedir que los textiles asiáticos lleguen hasta nuestras tiendas. Si las fábricas de aquellos países solicitan la certificación y logran superar los requisitos exigidos, también podrán colocar en sus tejidos este sello. Y, si encima son más baratos, personalmente les compraré su producto. Lo que evitaré a partir de ahora es comprar textiles que no lo lleven. Hay que acabar con esta competencia desleal que machaca los derechos humanos y el medio ambiente, y encima, arruinan a nuestras empresas.

También se ha creado un club de amigos de “made in green”. Personajes de la vida pública que están de acuerdo con este tipo de iniciativas y que prestan su apoyo y su imagen a fomentar el proyecto. Entre otros muchos, que sería imposible nombrar, destacan Joan Manuel Serrat, Ágata Ruiz de la Prada, Julio Salinas, Ángel Nieto, Chenoa, Gemma Mengual, Miguel Ríos, Mar Saura, Olga Viza, Imanol Arias, Eva Hache, Alejo Saura, Baraja, Valerón, Mercedes Milá, Nuria Roca, Lorenzo Milá, David Meca, Antonio Resines, Carolina Ferre, Carlos Sobera, Andy & Lucas, Isabel Gemio, Ana Belén, Pau Donés, Alonso Caparrós, Sergio Dalma...
Bienvenidos todos a este novedoso proyecto. Busquen la etiqueta en la tienda.