martes, 24 de junio de 2008

9.000 niños saharauis tendrán “vacaciones en paz”


Un año más, y ya van veintidós, se pone en marcha la campaña “Vacaciones en paz”, en la que cerca de 9.000 niños de los campamentos de refugiados saharauis pasarán sus vacaciones de verano en España.
Esta campaña está auspiciada por varias asociaciones españolas solidarias con el pueblo saharaui unidas bajo la marca de la Coordinadora Española de Asociaciones Solidarias con el Pueblo Saharaui (CEAS).

Los niños, de entre siete y doce años y que ya están empezando a llegar a algunas provincias españolas como Alicante y Salamanca, practicarán durante su estancia en nuestro país diversas actividades lúdicas y deportivas y serán sometidos a diversos exámenes médicos para comprobar su salud y, en su caso, ofrecerles un tratamiento para su cura.
Según el portavoz del CEAS, más de 100.000 familias españolas contribuyen cada año al éxito de este programa, que es un gran ejemplo de diálogo de civilizaciones que pretende disipar el miedo que existe a veces entre las diferentes culturas.
Con estos programas se pretende demostrar el respeto y la confianza mutua que existe entre los pueblos español y saharaui.



Buen ejemplo de ello debería tomar nuestro gobierno. No hace falta recordar que España, en tiempos del dictador Franco, salió huyendo de aquellas tierras y dejó abandonados a su suerte a un pueblo amigo que cayó en las garras de su poderoso vecino Marruecos. Desde entonces, y estamos hablando de décadas, han vivido oprimidos por aquellos, sin que las diferentes iniciativas de multitud de organizaciones humanitarias para que se realice un referéndum de autodeterminación (o como mínimo de amplia autonomía) hayan tenido ningún éxito. Marruecos siempre ha logrado enrevesarlo todo para que la ONU no haya podido realizar la consulta, ayudados por la indefinición de los países occidentales. Pero entre todos ellos, tendría que ser España la que diese la cara por el pueblo saharaui. Se lo debemos.


El programa “Vacaciones en paz” va a ser presentado este año al Premio Principe de Asturias de la Concordia como ejemplo de solidaridad de las familias españolas hacia un pueblo que sufre.
A ver si los jurados se sensibilizan con la causa y les otorgan el premio. Ya estamos cansados de que siempre les den los premios a figuras mediáticas para que así parezca que los premios son más de lo que son. Que ya nos conocemos.


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