Me asombra leer en la prensa estas noticias y me gustaría no tener que escribir sobre estos temas, pero es lo que hay. ¡Qué le vamos a hacer!
El pasado 7 de junio, el sindicato Comisiones Obreras, a través de su fundación Paz y Solidaridad, organizó en Málaga el festival benéfico Entresures para recaudar fondos a favor de la campaña para la erradicación de la esclavitud en Mauritania.
En total se pudieron vender 5.000 bonos solidarios a un precio de siete euros. Hasta ahí, todo correcto. La sorpresa llega cuando nuestra bien amada SGAE, siempre tan solidaria con sus repletas arcas, les reclama el 10% en concepto de derechos de autor. Es decir, 350 euros. ¿Cómo pueden caer tan bajo? ¡Qué rastreros son!
Desde CCOO los acusan de “mercadear con la pobreza”. No les falta razón.
Y no es la primera vez que ocurre. Esta era la tercera edición del festival y en las dos ediciones anteriores también han exigido el pago del “impuesto revolucionario”. Tiempo han tenido ya de subsanar esta falta de solidaridad.
Afortunadamente, Comisiones Obreras nunca se lo ha pagado y siempre ha destinado íntegramente el dinero a la causa. Aunque no se extrañen si al final la SGAE decide denunciar al sindicato.
La otra noticia no le va a la zaga. El 16 de mayo se celebró en Toledo un concierto destinado a recaudar fondos para proyectos solidarios en los pueblos del Sahel.
Todos se las prometían felices porque la artista invitada era toda una garantía para el éxito del concierto: nada menos que Ana Belén. Sin embargo, las cosas no salieron como estaba previsto y sólo se consiguieron recaudar 11.800 euros. Volvemos a decir lo mismo que antes: hasta ahí todo correcto, poco, pero correcto. El inconveniente llegó cuando se tuvo que pagar a la “artista” (aunque fuese un concierto solidario, no actuaba gratis). Nada menos que por su actuación, Ana Belén cobró 57.813 euros. Es decir, 46.000 euros de déficit que han salido de las arcas del Ayuntamiento a través del desvío de partidas presupuestarias destinadas a la cooperación y al Tercer Mundo (el famoso 0,7%).
El alcalde socialista de la localidad, Emiliano García-Page, se excusa en que el dinero se sacó del 0,7 porque la recaudación del acto benéfico iba a ser destinada a proyectos solidarios. ¡Qué poca vergüenza! Bonito acto solidario el fomentar la gran fortuna que amasan Ana Belén y su marido Víctor Manuel. Ahora se entienden esos apoyos al entonces candidato Zapatero. No eran desinteresados, no.
Lo que más me revienta de estas dos noticias es que después, cuando oyes a los artistas, ellos son los más solidarios y los más desinteresados de los habitantes del planeta. Se desviven por los demás. No duermen pensando en el prójimo... Por si aún había alguien que lo dudase, ahora ya sabemos por quien se desviven: por sus intereses.
Pero claro, siempre les quedará culpar a la derecha por habérselo inventado todo y urdir un complot contra ellos. Mientras la opinión pública trague...
jueves, 12 de junio de 2008
Artistas solidarios... con sus fortunas
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