Quizá pueda resultar un poco macabro, pero todo el mundo tiene derecho a desarrollar su negocio de la mejor forma posible empleando las últimas innovaciones en materia tecnológica e informática, incluso si ese negocio resulta que es... una funeraria.
Y que conste que es difícil innovar en este sector. Para su desgracia, al protagonista del entierro ya todo le da igual y sus familiares y amigos no están en esos delicados momentos como para apreciar el espíritu emprendedor del empresario que ofrece los servicios funerarios.
Pero incluso en este negocio se pueden emplear los últimos adelantos tecnológicos. Todo depende de las necesidades con las que tropiece cada cual.
Y que conste que es difícil innovar en este sector. Para su desgracia, al protagonista del entierro ya todo le da igual y sus familiares y amigos no están en esos delicados momentos como para apreciar el espíritu emprendedor del empresario que ofrece los servicios funerarios.
Pero incluso en este negocio se pueden emplear los últimos adelantos tecnológicos. Todo depende de las necesidades con las que tropiece cada cual.
En Callosa d´en Sarriá, provincia de Alicante, la gente ya estaba cansada de no enterarse del fallecimiento de sus amigos o familiares lejanos. Las campanas del pequeño pueblo tocan a difuntos, pero los habitantes de Callosa ya no viven todos arremolinados junto a la iglesia como antaño, sino que el pueblo ha crecido y existen diversas urbanizaciones algo más alejadas. La gran mayoría de las veces, sólo se enteran de la muerte de algún allegado pasados varios días y ya sin tiempo ni de acudir al funeral ni de dar el pésame en condiciones a los familiares del fallecido.
También ocurre, como en cualquier otro sitio, que el desgraciado día de la defunción uno puede estar de viaje o trabajando fuera del pueblo.
¿Qué hacer para enterarse de todos los fallecimientos que, por una u otra razón, nos interese conocer?
El gerente del Tanatorio Mediterráneo, José Antonio Pérez, de la citada localidad, se encontró con el problema y encontró la solución: emplear el correo electrónico y mensajes al móvil para avisar de los decesos.
Ni corto ni perezoso, creó la web http://www.quisamort.com/ (en castellano: quien se ha muerto) y empezó a avisar a todos los que se suscriben al servicio de las personas del pueblo que han muerto y de la fecha y hora en que se producirá el entierro.
El servicio se puede ofrecer mediante correo electrónico o mensaje al móvil, o ambos, según se prefiera. Mediante el e-mail o en la página web se puede ver la esquela del fallecido.
Pero no queda ahí la cosa, ya que la web de la funeraria ofrece otras muchas posibilidades, entre ellas la de poder mandar desde cualquier parte del mundo las condolencias a los familiares del fallecido. El portal también cuenta con un registro histórico de datos que permite buscar la fecha del fallecimiento de cualquier persona e incluso cuenta con estadísticas por meses y años.
Está claro que la iniciativa deja perplejo a todo el mundo, pero ¿por qué no se iban a modernizar las funerarias?
Aunque no sé si tendrán mucho éxito con el invento. Está muy bien el enterarse de algún fallecimiento que interese, pero estar recibiendo todos los días SMS con gente que ha muerto da un poco de yuyu, ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario