El próximo sábado, 31 de mayo, se celebra en todo el mundo el Día Mundial Sin Tabaco. Las diferentes organizaciones internacionales como la Unión Internacional Contra el Cáncer (http://www.uicc.org/) y la Organización Mundial de la Salud, se unen para promover una prohibición total de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de productos tabacaleros.
El verdadero objetivo es conseguir que los niños crezcan sin humo. Se estima que la mayoría de los fumadores empieza con su hábito antes de cumplir los 18 años y que, incluso, una cuarta parte lo hace antes de tener 10 años. Pero fumen o no, casi la mitad de los niños del mundo están expuestos a los efectos tóxicos del humo de segunda mano.
Entre las actividades propuestas está un concurso a nivel mundial para crear un símbolo universal que señale los ambientes donde los niños no están expuestos al humo del tabaco. Al ganador se le dará un premio en metálico y asistirá en Ginebra al Congreso Mundial contra el Cáncer. Más información en: http://www.worldcancercampaign.org/
Y ahora voy a ser malvado y enlazar esta noticia con los datos que facilita el Comisionado para el Mercado de Tabacos Español. En su último informe señala que en el primer trimestre del año, la facturación del sector aumento cerca de un 9% con respecto al mismo trimestre del año anterior, a pesar de que el precio de las cajetillas creció en un 4%. Haciendo una simple resta (no muy ortodoxa, ya lo sé) podríamos decir que los españoles compramos ahora un 5% más de tabaco que hace un año y, como nuestra población no ha crecido tanto, sólo puede significar que ahora fumamos más.
El verdadero objetivo es conseguir que los niños crezcan sin humo. Se estima que la mayoría de los fumadores empieza con su hábito antes de cumplir los 18 años y que, incluso, una cuarta parte lo hace antes de tener 10 años. Pero fumen o no, casi la mitad de los niños del mundo están expuestos a los efectos tóxicos del humo de segunda mano.
Entre las actividades propuestas está un concurso a nivel mundial para crear un símbolo universal que señale los ambientes donde los niños no están expuestos al humo del tabaco. Al ganador se le dará un premio en metálico y asistirá en Ginebra al Congreso Mundial contra el Cáncer. Más información en: http://www.worldcancercampaign.org/
Y ahora voy a ser malvado y enlazar esta noticia con los datos que facilita el Comisionado para el Mercado de Tabacos Español. En su último informe señala que en el primer trimestre del año, la facturación del sector aumento cerca de un 9% con respecto al mismo trimestre del año anterior, a pesar de que el precio de las cajetillas creció en un 4%. Haciendo una simple resta (no muy ortodoxa, ya lo sé) podríamos decir que los españoles compramos ahora un 5% más de tabaco que hace un año y, como nuestra población no ha crecido tanto, sólo puede significar que ahora fumamos más.
Hagamos un poco de historia. A principios del año pasado entró en vigor la ley que prohibía fumar en organismos públicos y centros de trabajo. El objetivo era que se fumase menos y no se molestase a los que no tienen ese hábito. Algo se ha avanzado, de eso no cabe ninguna duda, pero los incumplimientos de esta ley son masivos (me juego algo a que todos conocen varios casos) y las sanciones brillan por su ausencia. Ante estas situaciones, los fumadores están relajando sus costumbres, fumando más y donde no deben hacerlo (hasta Santiago Carrillo fuma en un plató de televisión).
También recordarán que las compañías tabaqueras contraatacaron de inmediato rebajando sus precios para no perder ventas. Ante esto, a nuestro Ministro de Economía, Pedro Solbes, no le tembló el pulso (según sus propias palabras) y subió los impuestos para que las compañías aumentaran los precios. Su razonamiento es que iba contra el propósito de la ley que era que se consumiese menos tabaco y la rebaja de precios incitaba al consumo.
Después de un año, a pesar de que las tabaqueras aumentaron precios, el “propósito” no se ha cumplido: ahora se fuma más y se vuelven a comprar las marcas más caras. Eso sí, el Estado recauda más impuestos (la verdadera razón final). Todo un logro para la salud de los españoles.
También se prohibió la venta en gasolineras, kioscos y en algunas máquinas expendedoras. Ya ven que el problema no era ese; ahora se vende más.
¿Por qué pasa todo esto? Pues porque los diferentes gobiernos (no sólo el español dictó una ley como esta) han querido atajar un problema social como el tabaquismo con medidas populistas y faltas de consistencia. Prohibiendo fumar en espacios abiertos, como es el caso de los cementerios o los campos de fútbol, no se consigue rebajar el consumo de tabaco. Las medidas que se deben tomar tienen que ir más encaminadas hacia la educación que hacia la prohibición.
¿Y cómo vamos a creernos que se quiere acabar con el tabaco si lo vemos publicitado por todas partes? ¿O si comprobamos cómo año tras año se subvenciona el cultivo del tabaco en la región de Extremadura o en Canarias? O sea, promocionan la producción de tabaco para después no dejárnoslo fumar. Nos quieren volver locos.
2 comentarios:
Para saber cuanto tiempo llevas sin fumar, visita www.defumar.com.ar
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